Hace Algunos Años yo era gerente de un departamento de control de calidad en mi nueva compañía. Un gerente de otro departamento tenía un punto de vista diametralmente opuesto al mío. El había estado con la compañía durante muchos años y aparentemente consideraba que el control de la calidad siempre actuaba en una forma que iba en detrimento de la producción. Esto hizo que él actuara con deshonestidad en varias ocasiones, y dio informes sobre mi forma de actuar que no eran ciertos. Sus acusaciones eran muy personales, y yo no era una persona con bastante importancia en la compañía como para contradecir estas acusaciones eficazmente. Como resultado, surgieron problemas con nuestro producto que produjeron una gran pérdida de dinero para la compañía, y yo parecía ser el culpable de esto. Era obvio que mientras este hombre mantuviera esta posición deshonesta, esta pérdida dañaría el progreso de la compañía.
Durante ese tiempo oré mucho para comprender la integridad del hombre como hijo de Dios, y para darme cuenta de que hay fortaleza espiritual en la honestidad. En esa época, me vino al pensamiento una declaración de Mary Baker Eddy en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras: “La honradez es poder espiritual. La falta de honradez es debilidad humana, que pierde el derecho a la ayuda divina” (pág. 453). Esta declaración me dio mucho apoyo para que yo pudiera mantener mi propia honradez y no actuara de la misma forma; es decir, no combatiera la deshonestidad con más deshonestidad. Esa firmeza en la verdad que aprendemos en la Ciencia Cristiana, me dio la fortaleza para continuar orando y trabajando y hacer lo que honestamente yo consideraba era mi mejor trabajo. Resolví actuar con integridad.
En un año, la verdad acerca de la situación subió a la superficie, y se produjo un gran ajuste en el departamento. Se desarrolló un programa en el que todos los trabajadores en el departamento de producción cooperaron con los inspectores del departamento de control de calidad, no simplemente para hacer los productos, sino para hacer productos de calidad. Tres años después, la compañía recibió un premio especial de uno de sus principales clientes por la buena calidad de los productos que nosotros les habíamos suministrado.
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