Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

EXTRACTOS DE LAS transmisiones de radio DE EL HERALDO DE LA CIENCIA CRISTIANA

En todas partes del mundo, las transmisiones de radio de onda corta del Heraldo están llegando a un extenso público. Los extractos que citamos a continuación, tomados en su mayor parte de entrevistas por teléfono o en nuestros estudios, expresan el lenguaje hablado y no han sido corregidos sustancialmente para su publicación.

Comprendamos la vida como realmente es

Del número de junio de 1994 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La curiosidad y el afán por encontrar la verdad alienta continuamente a la humanidad a seguir adelante, a hacer nuevos descubrimientos, a avanzar en el uso de la tecnología. ¿Es todo este progreso meramente el resultado del intelecto humano y lo que percibe a través de los sentidos materiales? O, ¿acaso tiene el sentido espiritual una función en este proceso?

por onda corta, maestro y practicista de la Ciencia Cristiana de Buenos Aires, Argentina, acerca de la naturaleza práctica del sentido espiritual. Nos complace compartir con nuestros lectores algunos extractos de esa entrevista.

Enrique Smeke: Juan Carlos, me pregunto, ¿hasta dónde podemos llegar con la información que nos dan los sentidos físicos?

Juan Carlos Lavigne: Bueno, Enrique, una historia en la Biblia puede ayudar a responder a tu pregunta. Es la historia de los príncipes de Israel cuando Moisés envió doce de ellos a reconocer la tierra que iban a conquistar. Vése Núm. 13–14:9. Cuando ellos regresaron a Moisés y a los israelitas, diez de ellos dijeron que la tierra era realmente muy rica, que era todo lo que habían soñado, pero que también estaba defendida con enormes fortalezas, que la gente era tan grande como gigantes y que los príncipes se sentían pequeños como langostas. Solo dos de ellos — Caleb y Josué— pensaron diferente. Aunque Josué no propuso un avance inmediato al nuevo territorio, Caleb declaró que él creía que ellos podían conquistar la tierra.

Entonces la pregunta para mí es: ¿qué fue lo que hizo que la percepción de un grupo fuera tan diferente a la del otro, respecto al mismo escenario y al mismo pueblo? ¿Qué hace que una persona se sienta como una langosta mientras que la otra se siente fuerte? Y yo he pensado en esto muchas veces, como tantos otros cristianos, y he visto que la única diferencia está en la manera de percibir la vida. Los diez príncipes evidentemente se habían sentido solos al enfrentarse a aquella gente, y se sintieron completamente disminuidos como si fueran langostas. El secreto de Josué y de Caleb es que ellos sabían que Dios los ayudaría, y esto les dio la confianza que ninguno de los otros tenía. Esa palabra Dios, esa confianza en Dios, yo creo, hace una diferencia enorme en cómo percibimos la vida y las cosas que nos rodean.

Smeke: Y, ¿dirías, entonces, que es este mismo Dios el que es responsable de impartir este sentido espiritual?

Lavigne: Muchas personas han pensado y aún piensan que no es muy probable que un ser humano pueda percibir a Dios en esta experiencia presente. Algunos piensan que eso nunca puede suceder, y otros, más optimistas, piensan que eso puede suceder en otro plano de experiencia, tal vez después de la muerte.

Hace muchos años yo también pensaba que era imposible conocer a Dios. Esta creencia me llevó a ser por muchos años un sincero ateo, porque pensaba que si no se podía conocer a Dios, era porque realmente no existía. Esa fue mi conclusión cuando traté de conocer a Dios por medio de los sentidos materiales. Fracasé completamente. Sin embargo, a través de muchos años y muchas experiencias, finalmente llegué a saber que tenemos un sentido que nos permite percibir lo espiritual.

Smeke: ¿Dirías que es algo que existe dentro de nosotros?

Lavigne: He aprendido que el sentido espiritual es algo que ya está incluido en nuestra naturaleza. Es parte de lo que somos. Si me permites ponerlo de esta manera, ya “venimos de fábrica” con este sentido espiritual incluido. No es nada que tenemos que pedir. No es nada que tenemos que adquirir. Solamente debemos darnos cuenta de que tenemos la capacidad de percibir espiritualmente y de que podemos empezar a conocerla y a usarla, y al usar esa capacidad tal vez empecemos a tener experiencias como las que tuvieron Caleb y Josué.

Y a través de este conocimiento de Dios, podemos, poco a poco, empezar a conocernos a nosotros mismos. Podemos percibir rápidamente que si Dios es el creador del hombre, si Dios es mi creador, El me ha hecho a Su imagen y semejanza. Todo lo que estoy aprendiendo acerca de Dios a través del sentido espiritual, voy a aprenderlo acerca de mí mismo, porque soy el producto de Dios. Si Dios es, digamos, el Amor divino, como dice la Biblia, poco a poco, voy a comprender que mi verdadera naturaleza tiene algo que ver con la expresión, o manifestación, del Amor. Si Dios es la inteligencia divina, la fuente de la inteligencia, bueno, tarde o temprano tendré que percibir por el sentido espiritual que yo expreso en cierta medida esa inteligencia divina. Así que todo lo que el sentido espiritual me dice acerca de Dios, de alguna manera me lo dice acerca de mí mismo y de todos los demás.

Smeke: Entonces, ¿estás describiendo de esta forma a una identidad espiritual, algo que no tiene límites o contornos físicos?

Lavigne: Dios, el Espíritu, no tiene límites, sino que es infinito. Estoy de acuerdo en que este concepto no es fácil de entender, pero Dios no es un cuerpo gigante, ni una personalidad gigante. El es el Amor divino que no tiene límites. Por lo tanto, mi naturaleza espiritual necesariamente refleja las mismas cualidades, aunque al principio esto sea difícil de aceptar. Además, tengo que considerar la posibilidad de que como soy espiritual, yo tampoco tengo límites.

Smeke: Cristo Jesús trajo esta comprensión a un plano práctico, sanando enfermos y resucitando a los muertos.

Lavigne: Cristo Jesús trae a nuestro entendimiento la maravillosa idea de que cada uno de nosotros tiene acceso a Dios porque estamos preparados — equipados, si me permites usar esta palabra — con el sentido espiritual que nos permite conocer lo espiritual en toda su amplitud, ahora mismo. Y todo lo que uno aprende de Dios no es algo meramente intelectual, sino algo que transforma. Transforma mi pensamiento; transforma mi manera de ver y de considerar la vida, mi propio ser, mi relación con los demás, mi propósito en la vida. Transforma mis móviles, mis objetivos. Realmente, poco a poco me convierte en una persona diferente.

Para mí esto está de acuerdo con lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “Os es necesario nacer de nuevo”, Juan 3:7. no volver a nacer con otro cuerpo, sino ganar una percepción de nosotros mismos dramáticamente diferente, que es como volver a nacer, volviendo a examinar cada elemento pequeño y grande de nuestro pensamiento. Y eso se hace únicamente a partir del sentido espiritual que nos permite ver, descubrir, a Dios y a Su creación y de esa manera apartarse del sentido de materia limitada y volverse al sentido espiritual de la vida sin límite, con un sentido verdadero de dominio, propósito y gozo.

Smeke: Yo sé que en un programa tan corto como éste, sería ridículo tratar de explicar un tema de esta amplitud en su totalidad, o siquiera comenzar a explorar los aspectos más importantes. Pero quizás alguien se esté preguntando: “¿Cómo puedo traer este sentido espiritual a mi experiencia; cómo lo pongo en práctica, cómo lo manifiesto?”

Lavigne: Lo primero que hay que hacer es estar conscientes de que poseemos sentido espiritual. Lo segundo es vencer cualquier escepticismo acerca del valor de la espiritualidad. El único paso práctico que podemos dar para salir de la duda es usar este sentido espiritual, y “usarlo” significa centrar nuestra atención en Dios en lugar de en nosotros mismos. Buscar las respuestas a nuestras necesidades en Dios, el Espíritu, en lugar de la materia.

Simplemente por lo que vamos a reconocer acerca de ese sentido espiritual, vamos a empezar a percibir más de la realidad de Dios. Y ese entendimiento de Dios se manifiesta en la vida humana, cuando la cambia. Puede cambiar nuestra situación de familia o situación de trabajo para bien. Puede mejorar nuestra salud, no solo sanando una enfermedad — como hay tantas evidencias en la Biblia y en nuestra experiencia hoy en día — sino también en prevenir la enfermedad.

Smeke: ¿Dejó Cristo Jesús algo concreto en cuanto a cómo traer este sentido espiritual a nuestra experiencia, cómo encontrarlo, cómo expresarlo?

Lavigne: Jesús ciertamente incluyó el concepto del sentido espiritual en la naturaleza del hombre cuando dijo: “El reino de Dios está entre vosotros”. Lucas 17:21. Esa percepción espiritual no es algo que tenemos que buscar fuera de nosotros mismos, sino que es algo que tenemos que buscar en nuestra consciencia. Está en nuestro pensamiento, en esa percepción espiritual de la omnipresencia de Dios donde encontramos la verdadera sustancia y la inteligencia para comprender mejor la realidad divina, que poco a poco nos muestra nuestra naturaleza espiritual. Y así dejamos de sentirnos como langostas y empezamos a pensar de nosotros mismos como lo que realmente somos, los hijos de Dios.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / junio de 1994

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.