“Considero que la preparación — la preparación interior para la lectura — es mucho más que trabajar simplemente con la Lección. Es toda tu vida.. . Leer con comprensión entraña obviamente el sentido lógico de lo que se dice en una oración. No obstante, la Sra. Eddy indica en una carta a los Lectores que es ‘la tierna persuasión’ la que elimina el temor de la gente, no necesariamente la elocuencia.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 247. Y sabemos que ella nos dice en el libro de texto, Ciencia y Salud, que si el temor se elimina, se produce la curación.
“Lectores de las iglesias filiales. Sección 6. Estos Lectores deben ser miembros de La Iglesia Madre. Han de leer con comprensión y ser cultos. Nunca habrán de añadir ningún comentario explicativo de la LECCIÓN-SERMÓN, no obstante, leerán todos los anuncios y observaciones que contenga el CUADERNO TRIMESTRAL DE LA CIENCIA CRISTIANA. Este Estatuto es aplicable a los Lectores de todas las iglesias filiales”.
Artículo III, Sección 6,
Manual de La Iglesia Madre
por Mary Baker Eddy
“Cuando estoy practicando la lectura, primero siempre busco aquellos pasajes o momentos que en sí mismos presentan una tierna persuasión, y entonces busco la ternura en aquellos que no parecen tan fáciles, aquellos que pueden parecer inflexibles, o tan absolutos que sonarían demasiado elevados para satisfacer las necesidades de una persona. Sin embargo, aquellos son los que pueden abrirse paso si son expresados con ternura y Amor divino. Podemos dar más ternura en cada parte del servicio.
“Mi objetivo durante el servicio es escuchar las palabras con frescura cuando las estoy diciendo. Estar dispuesto, no importa las veces que haya leído una oración o una frase en especial de diferente manera durante la semana, para cambiarla inmediatamente en ese mismo momento. Para permitir que el Cristo hable a través de mí de una manera diferente.
“En el ritmo de la lectura, las pausas son muy importantes.. . hay momentos que necesitan resonar para dejar que una idea se piense por un momento. De lo contrario, la mente humana tiende a cerrarse y deja que se desvanezca, en vez de ser atraída con el mensaje”.
“Recientemente teníamos la historia de Moisés en la Lección Bíblica, la parte en que Dios le pide que vaya a Faraón y que saque a los hijos de Israel de la tierra de Egipto. Moisés dice: ‘No, no, yo no soy buen orador’. Bueno, pude entenderlo, porque me encontré en esos mismos zapatos la noche de nuestra elección de Lectores. Me sorprendí cuando los miembros me eligieron como Segundo Lector.. . Esa fue mi oportunidad de crecer.
“Solicité ayuda de un maestro de lectura. Pero se necesita más que educación y entendimiento erudito. Es más como pedirle a Dios, como Salomón lo hizo, un entendimiento del corazón. Dediqué mucho tiempo con libros de referencia de la Biblia para asegurarme que había cubierto todos los puntos para entender la Lección semanal. Tomé cada una de las secciones en forma separada y después las relacioné todas juntas.. . Después que termina el servicio de los domingos, el Primer Lector y yo todavía seguimos comparando notas sobre las nuevas inspiraciones que nos vinieron cuando estábamos leyendo.
“Escribo de nuevo con mis propias palabras muchos pasajes de la Biblia, simplemente para obtener un mejor entendimiento. Cuando los vuelvo a leer con la terminología de la Biblia, entonces tienen sentido.
“Mi hijo de nueve años se levanta para estudiar más o menos una hora después que yo los domingos por la mañana. Baja con sus libros, y nos sentamos y tenemos una magnífica hora preparándonos para la Escuela Dominical. Es otra oportunidad para escuchar qué significan los relatos de la Biblia, qué es el mensaje sanador, qué es la estructura de la lección.. . Mi hijo dijo el otro día: ‘Mami, ¿podemos seguir haciendo esto cuando termines de leer?’ Le dije: ‘¡Haremos esto por el resto de nuestra vida!’ ”
“Hablamos de no querer interferir personalmente, pero eso no significa que la fuerza de expresión y la individualidad no sean importantes. Todos nosotros queremos que la lectura haga vibrar las palabras a través de la propia expresión de la Palabra por parte del Lector. Muchas veces tenemos miedo de que nuestra lectura parezca dramática y como con un estilo de conversación natural, porque pensamos que estamos personalizándola demasiado. Bueno, eso no es necesariamente personalizarla, eso puede ser permitir que el propósito de la Palabra sea visto y oído. Es la personalidad lo que no queremos que se inmiscuya. Necesitamos orar humildemente para dejar que la Palabra brille a través de ambos libros.
“La lección depende de sí misma. No depende de la inspiración personal sino que es una comunicación de Dios al hombre. Es el hecho espiritual de lo que vale lo que hace poderosa a la lección. La experiencia del Espíritu Santo nunca depende de la persona sino del Espíritu Santo, o de la Ciencia divina misma”.