Hace Poco Me vi envuelto en un desacuerdo con varios amigos. Cada uno estaba firmemente convencido de que su punto de vista y enfoque eran más correctos que los de los demás. Al parecer, no podíamos ponernos de acuerdo. Preocupado por lo que parecía ser un abismo infranqueable que se iba agrandando entre nosotros, recurrí a Dios en oración para obtener una respuesta.
Me tomó varios días recobrar la paz. Y cuando finalmente la recobré, me vino repentinamente, y tuvo la forma de una idea completa. Según lo más fielmente que puedo recordar, los pensamientos se fueron desarrollando de esta manera.
El razonamiento materialista alega que hay diversidad de opiniones humanas sobre cualquier tema dado, y que tal discrepancia puede ser buena, estimulante y saludable. Esos alegatos ignoran el hecho de que puesto que Dios es en verdad la única Mente, y el hombre es la imagen de Dios, en realidad no tenemos mentes personales separadas que mantienen opiniones arraigadas y diferentes. La realidad espiritual incluye solamente la unicidad de Dios, la unicidad de la Mente. Solamente a medida que vivimos desde la base de lo que Dios sabe, ve y está haciendo, demostramos que estamos libres de desavenencias.
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