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Cuando encontramos la paz encontramos el tiempo

Del número de julio de 1995 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cuando Deje Mi carrera para dedicarme totalmente a ser mamá, pensé que tendría mucho tiempo para orar, estudiar y descansar. ¡Ni pensarlo! Estoy segura de que todos hemos sentido alguna vez que tenemos tanto que hacer que no tenemos tiempo para hacer lo que queremos. El trabajo, las exigencias familiares, los quehaceres domésticos, etc., parecen dejarnos poco tiempo libre. Nos inclinamos a pensar que si sólo pudiéramos encontrar más tiempo, nos sentiríamos más en paz. Sin embargo, con frecuencia me he dado cuenta de que la verdad es justamente lo contrario: cuando estoy en paz, tengo tiempo de sobra.

¿Cómo encontramos esta paz? Descubriendo que todo lo que realmente necesitamos es amar. Cristo Jesús dijo que los dos grandes mandamientos son amar a Dios y amar al prójimo como a nosotros mismos. Pablo dijo que “el cumplimiento de la ley es el amor”, Véase Rom. 13:10. y describió en qué consiste amar en 1 Corintios, capítulo 13. Podemos utilizar este capítulo como si fuera una lista que revisamos para ver si en verdad estamos amando. Reflejar a Dios, el Amor divino, es algo que podemos hacer en medio de nuestras actividades, y este amor brinda paz. Pero, ¿cómo es que este sentido de paz nos da más tiempo?

De acuerdo con las normas humanas, creemos que hemos sido productivos sólo si vemos algún tipo de resultado material. Algunos dirán: “Está bien ser bondadosos, pero hay trabajo por hacer”. Sin embargo, Jesús nos demostró que si damos prioridad a nuestro crecimiento espiritual, todo lo demás estará bien. El dijo: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Mateo 6:31, 33. A medida que buscamos el reino de Dios — esforzándonos por expresar cualidades divinas como el amor — descubrimos que el sentido de carga se desvanece y lo que tiene que hacerse se puede hacer. Algunas actividades puede que no tomen tanto tiempo como pensábamos que tomarían. Puede que veamos también que otras actividades no son en realidad necesarias, o pueden esperar.

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