A menudo los Comités de Publicación de la Ciencia Cristiana que se encuentran en diversas partes del mundo, reciben invitaciones de diferentes grupos de personas de sus comunidades para que den una charla sobre la Ciencia Cristiana. Estas no son conferencias formales, sino un intercambio de ideas para ayudar a los demás a comprender mejor de qué se trata la Ciencia Cristiana. Por lo general, al final de estas charlas hay un período de tiempo destinado a preguntas y respuestas.
He aquí algunas de las preguntas formuladas por el público en los últimos meses, y las respuestas espontáneas de los Científicos Cristianos.
Estudiantes de la clase de ética médica en el Departamento de Medicina de la Universidad de Chicago
¿La curación en la Ciencia Cristiana se efectúa solo por la fe? La Ciencia Cristiana a menudo se confunde con la curación por la fe. Por cierto que la fe es importante, pero se necesita mucho más que la fe en una persona o en un versículo bíblico para sanar. La curación por la fe carece de la sustancia del entendimiento espiritual. Por el contrario, la curación en la Ciencia Cristiana radica en el claro entendimiento de la relación espiritual que el hombre tiene con Dios por ser Su hijo.
En algunos casos, una persona en busca de curación puede tener poca o ninguna fe en la curación espiritual. Hace veinticinco años a una amiga mía le diagnosticaron que tenía cáncer. El médico le dijo que no podía hacer nada más por ella. En ese entonces una vecina le preguntó si le gustaría tratarse en la Ciencia Cristiana, aunque no era estudiante de esta Ciencia. Como no tenía nada que perder, estuvo de acuerdo y solicitó a una practicista de la Ciencia Cristiana que orara por ella. Al cabo de tres semanas reanudó su actividad habitual, haciéndose cargo del cuidado de su hogar y de sus hijos.
Esta curación ilustra un punto importante: aunque la paciente tenía poco o nada de fe en el poder de Dios para sanar, el practicista sí tenía esa fe. No obstante, para sanarse uno mismo o para sanar a otros en la Ciencia Cristiana, no solo se necesita una fe firme, sino un entendimiento de la verdad del ser y del gran amor que Dios tiene por el hombre.
Grupo de estudiantes en el Colegio Metodista de Teología de São Paulo, Brasil
¿Consiste la oración en hablar consigo mismo, o es una conversación con Dios? La oración es más que hablarle a Dios. Incluye escuchar lo que Dios tiene para decirnos. Por lo general, en una conversación hay un intercambio de ideas. Pero nosotros no tenemos nada que decirle a Dios que El ya no sepa, mientras que, si estuviéramos dispuestos a escuchar, Dios tiene mucho que decirnos.
A menudo, para escuchar a Dios, tenemos que allanar el camino, por así decirlo. Debemos corregir algunos conceptos equivocados o eliminar toda clase de pensamientos mundanos, tal como el temor, el odio o la codicia. En esos casos, dialogar con nosotros mismos podría ser el inicio de la oración, el comienzo de cierto modo de autoanálisis y humildad que abre nuestro pensamiento para permitir que Dios cambie nuestra vida para bien.
¿Acaso el énfasis que la Ciencia Cristiana pone en el estudio individual significa que solo podemos alcanzar la verdad individualmente? Creemos que cada uno de nosotros tiene una relación directa con Dios. Podemos acudir directamente al Padre y recibir las respuestas que El tiene para cada necesidad. Esto no significa que no intercambiemos nuestros puntos de vista con otras personas. En realidad, es exactamente esto lo que sucede en las reuniones de testimonios y en los testimonios que aparecen en las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana. Pero en definitiva, solo aquello que la persona comprende por su propia cuenta promueve su genuino progreso espiritual.
Alumnos del último año de la Escuela Dominical de la Iglesia Bautista de Stratford, Ontario, Canadá
Ustedes hacen una distinción entre Jesús y el Cristo, ¿no es verdad? Desde nuestro punto de vista, Jesús fue la personificación completa del Cristo, nuestro Salvador, la evidencia de Dios con nosotros. El fue el Hijo de Dios. Jesús no está hoy visible a los ojos humanos en nuestro mundo; sin embargo, dijo refiriéndose al Cristo: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateo 28:20. Aunque Jesús no está entre nosotros, el Cristo sí está presente. Y el Cristo representa la divina naturaleza espiritual de Jesús. El propósito de Jesús fue manifestar al Cristo, o la santidad que lo animaba, de manera que lo pudiéramos entender. Mary Baker Eddy escribe en su libro Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras: “La divinidad del Cristo se manifestó en la humanidad de Jesús”.Ciencia y Salud, pág. 25.
Supongamos que alguien nace con un problema físico serio, por ejemplo, un tumor cerebral. ¿Cómo interpretan eso? A Jesús se le preguntó acerca del hombre que nació ciego: “Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?” El respondió: “No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él”. Juan 9:2, 3. Y sanó al hombre. La voluntad de Dios es la salud, no la enfermedad.
La enfermedad, cualquiera sea la forma en que se presente, no es creada por Dios. Es el resultado de creer que somos materiales en vez de espirituales. Por lo tanto, Jesús no justificó la existencia de la ceguera; él la sanó. Demostró que Dios está siempre presente y que su propósito es solo el bien.
Estudiantes de los cursos de Administración Pública de la Escuela Secundaria Pendleton Heights de Indiana
¿Por qué los Científicos Cristianos no pueden unirse con los médicos para sanar a los enfermos? El cuidado y el tratamiento que se da al paciente en la Ciencia Cristiana procede de una base totalmente espiritual. El intento de combinar el tratamiento de la Ciencia Cristiana con el tratamiento médico sería como partir de una base espiritual y de una base material simultáneamente. Significaría aplicar un método para ayudar al paciente a reconocer el poder que tiene Dios, el Espíritu, para sanar, mientras que al mismo tiempo se le dice al paciente que la droga, la medicina o la manipulación quirúrgica del cuerpo, le sanará. Consideramos que esto no es una terapia eficaz.