Ante El Agravio o la ofensa, queremos mantener una posición de fortaleza, y no de debilidad. Queremos vencer el mal, y no ser vencidos por él.
El resentimiento es una posición de debilidad. Es contraproducente. No es la actitud mental que está de acuerdo con las enseñanzas de Cristo Jesús, y es un obstáculo para nuestra práctica exitosa de la Ciencia Cristiana. Como la Sra. Eddy dice: “El Científico Cristiano no abriga resentimiento alguno; él sabe que esto lo perjudicaría más que toda la malicia de sus enemigos”.Mensaje a La Iglesia Madre para 1902, pág. 19.
¿Por qué es dañino el resentimiento; aún más dañino que los pensamientos o la conducta de otros o que la circunstancia misma en la que pudiéramos encontrarnos? Porque cuando pensamos o decimos: “estoy resentido”, estamos aceptando la creencia de que alguien más que Dios tiene poder, y que tiene poder sobre nosotros; que estamos a merced de las circunstancias, y que lo mejor que podemos hacer es aceptar eso con una sonrisa.
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