Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Mensaje de la Oficina de la Editora de los Escritos de Mary Baker Eddy

Una magnífica contribución para la humanidad, ahora mismo

Del número de septiembre de 1995 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


“Si Yo Hubiera vivido en la época de Cristo Jesús, ¿habría reconocido su trascendental misión? Si hubiera vivido en la época de la Sra. Eddy, ¿habría percibido lo que ella estaba dando a la humanidad? ¿Habría hecho mi máximo esfuerzo para apoyar esas magníficas contribuciones para la humanidad?” Estas preguntas me inquietaron profundamente cuando me propusieron servir como coordinadora para la Oficina de la Editora de los Escritos de Mary Baker Eddy por un período de cinco meses; el propósito era ayudar a difundir más ampliamente el libro Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras.

En ese entonces ya estaba bastante ocupada con mis propias actividades. Pero en forma apacible y lenta empecé a comprender que estamos en medio de un momento histórico. La gran necesidad de nuestros días es que la gente en todas partes conozca la Ciencia del Cristo que está registrada en Ciencia y Salud, y comprenda que está aquí para bendecir a los millones de personas que la están buscando. La mayoría sabe que existe la Biblia, pero todavía no saben que Ciencia y Salud brinda tanta claridad a las Sagradas Escrituras y trae curación al mundo de hoy día.

Mi convicción de que ayudar a poner Ciencia y Salud más al alcance de la gente sería una magnífica contribución a la humanidad, estuvo acompañada por el creciente entendimiento de una clase especial de oferta y de demanda. La demanda es la sed del público que está preparado para recibir el mensaje contenido en Ciencia y Salud, y la oferta — el mensaje — satisface la demanda a través de quienes ya han comprobado las verdades expuestas en Ciencia y Salud, y están dispuestos a compartirlo desinteresadamente. La enorme demanda puede verse en el gran número de libros y artículos publicados que tratan de responder al anhelo espiritual de la gente. La habilidad del mensaje de Ciencia y Salud para satisfacer esta demanda es poderosa y está presente. Tomar conciencia de ello me permitió sentir un mayor entendimiento y aprecio por Ciencia y Salud y el lugar que ocupa en el mundo de hoy.

Lo que motivaba mi propio esfuerzo para hacer que Ciencia y Salud estuviera más al alcance y fuese valorado por el público, es que el mensaje de este libro sana.

En vista de la coincidencia del anhelo que siente el mundo por el Cristo, la Verdad, y la pronta disposición de la Iglesia para que el libro Ciencia y Salud esté al alcance del mayor número posible de personas, comencé a preguntarme más acerca de quienes ya podrían estar buscando el libro. La Sra. Eddy los describe como “los que sinceramente buscan la Verdad”, en el Prefacio del libro. Al conversar con la gente, prestaba especial atención para saber qué está buscando la gente. Me sorprendí al descubrir que hay una búsqueda sincera en mi propia comunidad.

En cada caso escuché sus sinceras preguntas y fue fácil encontrar en Ciencia y Salud respuestas satisfactorias para ellos. Varias veces después de eso, cuando pude regalar Ciencia y Salud, encontré pasajes específicos y útiles de apoyo, para compartir con los que lo recibían. Entregué libros a un pastor, un escritor, un estudiante de medicina, un conductor de taxi, una mujer que hace la limpieza, un profesor; cada uno de los cuales me merece respeto por el invalorable servicio que presta a la sociedad en su respectiva actividad.

Lo que motivaba mi propio esfuerzo para hacer que Ciencia y Salud estuviera más al alcance y fuese valorado por el público, es que el mensaje de este libro sana. Para mí, su poder se asemeja a la imagen de un gran río que fluye a través de nuestra tierra, trayendo bendición y curación a todos. Puede que este río encuentre obstáculos en su curso, pero o bien los obstáculos ceden y se mueven con el flujo de la corriente, o permanecen en su lugar, mientras el río se ajusta y sigue su curso.

El profeta Ezequiel vio “un río que [él] no podía pasar”; nadie podía oponérsele o detenerlo. El reconoció: “vivirá todo lo que entrare en este río” (47:5, 9). Cuanto más reconozcamos la naturaleza de la fuerza incontenible del bien representada por Ciencia y Salud, más capaces seremos de ser partícipes de este caudal. Podemos estar seguros de que este río de verdad científica continuará en su propósito, siempre bendiciendo y siempre sanando. Ciencia y Salud continuará teniendo un impacto en el pensamiento contemporáneo. Con humildad podemos reconocer la importancia de este hecho histórico para nuestra época presente y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que este libro sea más ampliamente conocido.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / septiembre de 1995

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.