“Si Yo Hubiera vivido en la época de Cristo Jesús, ¿habría reconocido su trascendental misión? Si hubiera vivido en la época de la Sra. Eddy, ¿habría percibido lo que ella estaba dando a la humanidad? ¿Habría hecho mi máximo esfuerzo para apoyar esas magníficas contribuciones para la humanidad?” Estas preguntas me inquietaron profundamente cuando me propusieron servir como coordinadora para la Oficina de la Editora de los Escritos de Mary Baker Eddy por un período de cinco meses; el propósito era ayudar a difundir más ampliamente el libro Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras.
En ese entonces ya estaba bastante ocupada con mis propias actividades. Pero en forma apacible y lenta empecé a comprender que estamos en medio de un momento histórico. La gran necesidad de nuestros días es que la gente en todas partes conozca la Ciencia del Cristo que está registrada en Ciencia y Salud, y comprenda que está aquí para bendecir a los millones de personas que la están buscando. La mayoría sabe que existe la Biblia, pero todavía no saben que Ciencia y Salud brinda tanta claridad a las Sagradas Escrituras y trae curación al mundo de hoy día.
Mi convicción de que ayudar a poner Ciencia y Salud más al alcance de la gente sería una magnífica contribución a la humanidad, estuvo acompañada por el creciente entendimiento de una clase especial de oferta y de demanda. La demanda es la sed del público que está preparado para recibir el mensaje contenido en Ciencia y Salud, y la oferta — el mensaje — satisface la demanda a través de quienes ya han comprobado las verdades expuestas en Ciencia y Salud, y están dispuestos a compartirlo desinteresadamente. La enorme demanda puede verse en el gran número de libros y artículos publicados que tratan de responder al anhelo espiritual de la gente. La habilidad del mensaje de Ciencia y Salud para satisfacer esta demanda es poderosa y está presente. Tomar conciencia de ello me permitió sentir un mayor entendimiento y aprecio por Ciencia y Salud y el lugar que ocupa en el mundo de hoy.
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