El Año Pasado estaba en un viaje de negocios, y lo estaba disfrutando mucho. Pero al cuarto día tuve un problema intestinal. Mi primer pensamiento fue recurrir a Dios en busca de ayuda. Inmediatamente después de eso pensé en todas las causas posibles para tener esta condición: ¿habría sido la comida, el agua? ocupé buena parte del día debatiendo sobre posibles causas y soluciones.
Al igual que el sarpullido, este problema de relación se estaba volviendo cada vez más grande.
En un principio oré a Dios para que hiciera que mi cuerpo funcionara normalmente, pero éste no era el enfoque correcto, y por lo tanto, me encontré nuevamente haciendo lo mismo, sin éxito, durante gran parte del día siguiente. Entonces volví mis pensamientos completamente a Dios, esta vez orando para saber qué necesitaba saber. Clara e inmediatamente tuve el pensamiento de que si el hombre es espiritual y no material, yo no estaba tratando de cambiar a la materia de anormal a normal; yo sólo estaba orando para comprender mejor la verdad de Dios. La curación fue rápida y completa; pude terminar las próximas tres semanas en perfecta salud, y realizar todo mi trabajo.
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