A Lo Largo De Los Siglos, ha habido sinceros buscadores de la Verdad divina que dejaron por escrito las ideas que los inspiraron, y que hoy en día sirven de guía a muchos. Por ejemplo, si leemos el libro de Salmos, encontramos alegría, consuelo, sabios consejos y profundas declaraciones de la Verdad.
La Sra. Eddy, escribió inspirados libros, artículos y poemas que brindan enseñanzas espirituales invalorables para beneficio no sólo de sus seguidores, sino de toda la humanidad. En uno de sus libros hay un párrafo maravilloso, que se lee en las iglesias de la Ciencia Cristiana el primer domingo de cada mes. Este párrafo concuerda totalmente con las enseñanzas de Cristo Jesús, y puede traer curación a aquellos que con dedicación reflexionan sobre sus ideas y ponen en práctica la verdad que contienen. Se denomina "Una regla para móviles y actos", y se encuentra en el Manual de La Iglesia Madre. Este Manual, inspirado espiritualmente, gobierna el funcionamiento de La Primera Iglesia de Cristo, Científico, a sus funcionarios y a sus miembros.
Este párrafo dice: "Ni la animadversión ni el mero afecto personal deben impulsar los móviles o actos de los miembros de La Iglesia Madre. En la Ciencia, sólo el Amor divino gobierna al hombre, y el Científico Cristiano refleja la dulce amenidad del Amor al reprender el pecado, al expresar verdadera confraternidad, caridad y perdón. Los miembros de esta Iglesia deben velar y orar diariamente para ser liberados de todo mal, de profetizar, juzgar, condenar, aconsejar, influir o ser influidos erróneamente".Manual, Art. VIII Sec. 1.
Estas instrucciones expresan el amor y la sabiduría que los cristianos sinceros necesitan diariamente para enfrentar los desafíos del materialismo, y superarlos. Este estatuto le dice al miembro de la iglesia que debe evitar las pasiones humanas y dejar que la omnipresencia del Amor le indique el camino.
Cristo Jesús amaba a sus enemigos tanto como a sus amigos. Y permaneció solo, con el apoyo de unos pocos amigos, mientras completaba la misión que su Padre-Madre, Dios le había encomendado. Él nunca manifestó resentimiento alguno hacia sus enemigos, ni hacia aquellos que lo abandonaron. De hecho, él le pidió a su Padre que perdonara a quienes lo perseguían.
En el curso de la vida humana, el trato con nuestros amigos y adversarios nos brinda la oportunidad de expresar este mismo amor puro, que todo lo abarca. Podemos hacerlo con más eficacia si comprendemos la verdad que enseña la Ciencia divina, de que todas las personas con las que nos encontramos, en su verdadero ser, son el linaje del Amor, las ideas espirituales de Dios. El linaje de Dios es incapaz de expresar ira, justificación propia, avaricia, venganza o cualquier otro sentimiento destructivo, que en ocasiones aparenta ser una parte real de la naturaleza del hombre. Cuando percibimos la verdad respecto al hombre, sentimos que un amor avasallador reemplaza el rencor.
Para que nuestros móviles y actos permanezcan puros y cristianamente científicos, no deben incluir exigencias desmedidas u obstinadas, sino que deben surgir de la absoluta certeza de que Dios, nuestro Padre, es la Mente omnisciente, que todo lo sabe; que Él siempre nos de lo que realmente necesitamos, y que siempre nos mantiene en Su amor, donde realmente vivimos. El Amor divino es Todo, el único gobernante del universo, y a medida que dejamos que el Amor llene nuestro pensamiento, vemos que ese Amor es expresado cada vez más por otras personas. Los problemas se resuelven sin amargura ni resentimiento.
El espíritu de ese Estatuto nos alienta a buscar las oportunidades que nos permitan percibir y hacer el trabajo de Dios; y asimismo nos alienta para que alcancemos una confianza y una seguridad tales en la guía divina, que ningún obstáculo pueda detenernos. Tal confianza se podría comparar con la sensación que tiene un buen surfer cuando logra ponerse encima de la ola adecuada; o la sensación de un cantante cuando alcanza la nota perfecta. Ellos dan testimonio de su proeza con alegría y ningún esfuerzo visible, como si algún poder externo estuviera sosteniendo su acción. Obviamente, se prepararon para este momento con intenso entrenamiento y dedicación absoluta, pero cuando llega, una sensación de gratitud los envuelve en el gozo puro de su logro. Esta sensación de que existe un poder fuera de uno mismo les resulta familiar a aquellos que, a través de la práctica de la Ciencia Cristiana, han sanado, y cuyas oraciones han traído un torrente de ideas y verdades que vienen de Dios, y que guían a una recuperación completa de la cual sólo pueden dar testimonio, y regocijarse.
¿Y qué pasa cuando juzgamos a otros? Cristo Jesús no juzgó a aquellos que eran considerados pecadores. Entonces, vemos que en realidad Dios es el Juez, y que Él ha juzgado que Su creación es muy buena, como nos dice la Biblia en su primer capítulo. Véase Gén. 1:31. Debemos reemplazar las opiniones humanas, aceptar las verdades espirituales, y tener una profunda confianza en que la Verdad divina deja al descubierto el pecado, y lo destruye. El estudio del hombre en la Biblia, a través del lente de la Ciencia divina, nos muestra que el hombre real expresa la naturaleza de su Padre, y por consiguiente no puede causar daño alguno a la creación de Dios. No puede haber ningún poder personal, porque Dios es omnipotente.
Hace varios años, tuve la oportunidad de reflexionar cuidadosamente acerca de las idea que contiene "Una regla para móviles y actos". Este estudio resultó en una curación en la cual se demostró cada punto de esta regla.
Mis colegas estaban indignados, y me aconsejaban... que debía demandar a la universidad...
Yo era instructora en una universidad pequeña. Me habían dado un nuevo contrato para el año siguiente como recompensa por haber cumplido satisfactoriamente con mis responsabilidades. Repentinamente, la universidad tuvo que afrontar algunos problemas financieros inesperados, y por lo tanto decidieron suspender la mayor parte de los cursos cuyo mantenimiento era más costoso, entre ellos los que yo enseñaba. Mi contrato fue cancelado en un momento del año en que las otras universidades ya habían seleccionado a sus profesores para el período siguiente. Mis colegas estaban indignados, y me aconsejaban. La mayoría me decía que debía demandar a la universidad para obtener así el sueldo total que me habían prometido para ese año. Yo no quería hacer nada que perjudicara aún más a esta universidad; sin embargo, no podía aceptar transformarme en una víctima de las circunstancias.
Entonces recurrí a "Una regla para móviles y actos" y medité sobre su primera oración. Como estudiante de la Ciencia Cristiana, en muchas ocasiones había visto pruebas de que la creación de Dios es completa. Ahora tenía que demostrar que, como linaje de Dios, estaba totalmente empleada. Sentí que necesitaba ver más allá de cualquier necesidad personal o humana de empleo, y rechazar la idea de pedir una compensación. Por lo tanto, con tranquilidad y confianza rechacé la idea de hacer un juicio o de vengarme de alguien.
Durante las siguientes semanas, mientras buscaba un nuevo empleo, reflexioné sobre el resto del Estatuto. Una vez que pude establecer en mi pensamiento que el Amor omnipresente y omnipotente gobernaba mi experiencia, la búsqueda de trabajo finalizó pronto, y encontré una universidad que tenía interés en mí. Fue entonces cuando mi empleador anterior decidió pagarme los gastos que me había demandado la búsqueda de un nuevo empleo, y los gastos de mudanza, hasta un monto máximo que acordamos mutuamente. El largo viaje que debía realizar para llegar a mi entrevista para el nuevo puesto se transformó en una experiencia espiritual, dado que numerosas personas extrañas, amorosas y generosas, colaboraron conmigo y me ayudaron a encontrar el camino en una región nueva para mí, y con la que no estaba familiarizada. La entrevista fue un éxito, y muchas otras personas nos ofrecieron su ayuda durante la mudanza de nuestra familia a través del país.
Estaba orando para liberarme de la tentación de condenar a alguien...
El costo de la mudanza fue mayor del esperado. Varios meses después de que el año escolar había comenzado, aún estaba orando para liberarme de la tentación de condenar a alguien, incluso a mí misma, por la reducción de fondos en la que parecíamos haber incurrido. No obstante, mi familia no sufrió ninguna carencia, y siempre sentimos una enorme gratitud por todas las bendiciones recibidas.
Una tarde me enteré de que había habido un accidente en el cual estaban involucrados varios de mis ex alumnos y colegas. Siguiendo el consejo del Estatuto, me negué a ser influenciada erróneamente por estas noticias tan penosas. Oré para percibir que el temor y los aparentes resultados de un accidente eran sólo pretensiones de la mente carnal o mortal. La Sra. Eddy escribe en Ciencia y Salud: "La destrucción de las pretensiones de la mente mortal mediante la Ciencia, gracias a la cual el hombre puede escapar del pecado y de la mortalidad, bendice a toda la familia humana".Ciencia y Salud, pág. 103.
Deseaba hablar con estos amigos. Deseaba compartir con ellos mi renovada convicción y comprensión de que Dios nos ama a todos nosotros, Sus hijos; de que Él protege todos nuestros pasos, siempre, todo el camino. Llamé a la universidad de inmediato y compartí algunos buenos pensamientos con quienes recibieron mi llamada. Me aseguraron que la gente que yo conocía estaba bien, y se recuperaba rápidamente. Sentí que el Amor nos había hablado a todos al mismo tiempo, aunque estábamos separados por miles de kilómetros. Unas semanas después llegó por correo un cheque de la universidad, por el monto exacto para cubrir todos nuestros gastos de mudanza. Yo había tenido mucho cuidado de no mencionar ni aun sugerir este asunto monetario a nadie durante la llamada telefónica, ni había hablado con nadie que fuera responsable de las finanzas de la universidad.
La Biblia dice: "Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros". Gál. 5:13. Y Ciencia y Salud proclama: "El amor es el libertador".Ciencia y Salud, pág. 225. Estas ideas se hacen eco del mensaje sanador que se encuentra en el estatuto del Manual que tratamos en este artículo. ¡Qué guía poderosa contiene "Una regla para móviles y actos", en su consejo de amar, y reconocer el gobierno supremo del Amor divino!
