Si pensamos que no hemos logrado mucho este año, en lugar de mirar con los ojos miremos con el corazón. Una palabra cariñosa, un gesto de reconciliación, un dar sin esperar recibir, son obras muy queridas que la mano de Dios pone de regalo en nuestra vida para nuestro progreso.
Si pensamos que no hemos aprendido mucho este año, en lugar de mirar hacia atrás miremos hacia adelante.
Cómo tratar con mayor paciencia a un amigo, cómo perseverar un poco más para alcanzar un fin honrado, cómo hacer algo que nos hace sentir dignos y útiles, son lecciones que abren caminos que jamás hubiéramos sospechado que existían.
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