Si pensamos que no hemos logrado mucho este año, en lugar de mirar con los ojos miremos con el corazón. Una palabra cariñosa, un gesto de reconciliación, un dar sin esperar recibir, son obras muy queridas que la mano de Dios pone de regalo en nuestra vida para nuestro progreso.
Si pensamos que no hemos aprendido mucho este año, en lugar de mirar hacia atrás miremos hacia adelante.
Cómo tratar con mayor paciencia a un amigo, cómo perseverar un poco más para alcanzar un fin honrado, cómo hacer algo que nos hace sentir dignos y útiles, son lecciones que abren caminos que jamás hubiéramos sospechado que existían.
El Heraldo lo acompaña, querido lector, para recordarle cosas que quizás oyó una vez al pasar y quiso volver a escucharlas, o cosas que presintió que existían y no encontró palabras que le dieran forma. Si leemos con el corazón, el intelecto queda satisfecho, y las soluciones que aparecen muestran haber estado más próximas de lo que parecían.
Este mes el Heraldo lo acompaña durante las celebraciones de Navidad y está engalanado con un artículo que Mary Baker Eddy publicó por primera vez en 1899. Asimismo, colaboradores de Alemania, Argentina, Australia, Estados Unidos, Inglaterra, Italia y Uruguay nos muestran la universalidad de las enseñanzas de Cristo Jesús.
Esperamos que el material de este mes le traiga ta inspiración y ayuda como nos trajo a nosotros recopilarlo.
Cordialmente,
