La Ciencia Cristiana es una religión, pero también es una manera de vivir. Seguimos a Dios, y lo servimos con nuestros pensamientos, con nuestras palabras y actitudes. Amamos a Cristo Jesús, quien nos enseñó cómo comprender a nuestro Padre divino. Buscamos el reino de Dios y Su justicia con alegría, y encontramos ese reino dentro de nosotros. Por medio de la alegría, crecemos espiritualmente y estamos más conscientes de la bondad y el amor de Dios por nosotros.
El libro de los Salmos nos dice: “Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra”. Salmo 66:1. Esa alegría proviene de nuestra confianza en el Padre y de comprender que Él nos ampara y protege en todo momento.
Han pasado algunos años desde que inicié mi tarea como Segundo Lector substituto, y luego titular, de Tercera Iglesia de Cristo, Científico, Montevideo. Recuerdo esa fecha porque me trae a la memoria una de las grandes bendiciones y oportunidades que el Padre nos brinda.
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