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De la Oficina de la Editora de los Escritos de Mary Baker Eddy

Las bendiciones que trae compartir Ciencia y Salud

Del número de septiembre de 1996 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En Respuesta A la invitación que hicieran los Redactores en la edición del Heraldo, de febrero de 1996, de que los lectores de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, enviaran ejemplos de cómo han estado compartiendo el libro, esta corresponsal de Bélgica narra sus propias experiencias (original en francés):

Desde que conocí la Ciencia Cristiana, sentí el profundo deseo de compartir el libro Ciencia y Salud. Siempre que oro al respecto, se presenta la oportunidad. Me aseguro de tener siempre a mano un ejemplar. Estos son algunos ejemplos que muestran cómo mis oraciones han encontrado respuesta.

Mi cuñada veía que yo estaba viviendo la Ciencia Cristiana y admiraba la fortaleza y felicidad que me proporcionaban mis estudios. Siempre he orado por ella y he podido responder a muchas de sus preguntas. Un día vino a mi casa y me dijo: “Me gustaría tener el libro que tú tienes”. Más tarde, luego de haberle entregado un ejemplar de Ciencia y Salud, me dijo: “Éste se ha convertido en mi libro de cabecera. Siempre está junto a mí y no podría estar sin él”.

Nos invitaron a una boda familiar en el extranjero. Sentí que tenía una misión especial que cumplir allí y me llevé Ciencia y Salud con el propósito de obsequiárselo a alguien. Constantemente oro por estar en el sitio en que pueda ser útil. Nos sentaron junto a una prima y a su esposo, quien nos hizo, a mi hijo y a mí, muchas preguntas acerca de Dios y quedó muy impresionado con nuestras respuestas. Aproveché la oportunidad para regalarle un ejemplar de Ciencia y Salud a mi prima y le dije: “Te entrego lo que considero es el mejor regalo del mundo”.

Poco tiempo después, me escribió: “He comenzado a leer tu libro. Me produce una satisfacción enorme. Resulta muy poderoso y es mucho lo que uno siente con su lectura y, ciertamente, vale la pena estudiarlo con mayor detenimiento”.

En otra oportunidad, sentí la necesidad de orar específicamente por Ciencia y Salud. Durante varios días afirmé la verdad de que nada podría evitar que me encontrara con alguien que lo necesitara. Un día, una señora, a quien tenía que atender en mi negocio, comenzó a llorar tan pronto como me vio. Acababa de sufrir una gran contrariedad y estaba desesperada. El hombre a quien amaba la había engañado y abandonado. Le hablé del amor de Dios y le sugerí que podría encontrar mucho bienestar al leer Ciencia y Salud. Aceptó de inmediato y al día siguiente le regalé el libro. Poco después me escribió: “Me sentí muy reconfortada por tu manifestación de amistad y tengo que agradecerte nuevamente por haberme obsequiado un libro tan maravilloso. Lo he aceptado con mucho agrado. Siempre será una fuente de sabiduría, fortaleza y valor. He aprendido a amar con mi corazón y con mi alma. Gracias por tu generosidad”. También me dijo que le gustaría asistir a la iglesia y a las conferencias.

Se sentía tan cansada de buscar que se había dado por vencida...

Cuando me encontraba de viaje, surgió la oportunidad de hablar de Dios con una señora. Me dijo había estudiado varias religiones, pero que se sentía tan cansada de buscar que se había dado por vencida. Sin embargo, seguía orando. Me hizo varias preguntas acerca de la Ciencia Cristiana. Oré para que ella pudiera descubrir por sí misma la Ciencia Cristiana a través de la lectura de Ciencia y Salud.

Entonces me dijo: “!No dejes de traerme el libro!” Le entregué un ejemplar, y cuando volví a verla me dijo que había ocurrido algo maravilloso. No había visto el libro en por lo menos tres meses, debido a que estaban mudándose y se encontraban a punto de comenzar un negocio nuevo. Entonces encontró el libro y expresó su enorme gratitud por las maravillosas verdades que contiene y que, según ella misma, no pueden permanecer ocultas.

Mi deseo de compartir Ciencia y Salud ha aumentado con el correr de los años, y sigo orando para que otros buscadores sinceros puedan encontrar la Verdad.

¿Qué oportunidades ha tenido usted para compartir el mensaje sanador de la Ciencia Cristiana? ¿Cómo ha beneficiado el libro a las personas con las que lo compartió? ¡En la Oficina de la Editora nos encantaría conocer sus experiencias! Por favor, escríbanos (en su propio idioma) a Office of the Publisher, The Writings of Mary Baker Eddy, One Norway Street, P711, Boston, MA 02115, E.U.A.

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