En Un Clima de gran preocupación general por la seguridad y el bienestar de los niños, los padres que estudian la Ciencia Cristiana y la practican, agradecen cada vez más el excelente cuidado y protección que pueden brindar a sus familias al apoyarse únicamente en Dios. Este cuidado se pone de manifiesto cuando comprendemos a Dios y Sus leyes, y se expresa en salud, seguridad y tranquilidad. Las familias que han tenido curaciones en la Ciencia Cristiana reconocen que “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Salmo 46:1.
Nuestros cuatro hijos crecieron en una ciudad grande y en sus escuelas tuvieron que enfrentarse con actos de vandalismo, robos y conflictos raciales. Las comunidades suburbanas y rurales también están enfrentando estos problemas. Como padres no podemos estar con nuestros hijos todo el tiempo. Durante su crecimiento ¿cómo podemos ayudarlos a comprender que no necesitan ser víctimas de imposiciones tales como robos, pérdidas o ira?
El enseñarles a enfrentar estas situaciones en la práctica es algo, pero no siempre es suficiente. Mi esposo y yo nos dimos cuenta de que podíamos enseñar a nuestros hijos a ejercer el poder y el dominio que Dios les ha dado sobre cualquier injusticia. Mary Baker Eddy, la autora de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, y ferviente seguidora de Cristo Jesús, escribe: “Una demostración de las verdades del Alma a la manera de Jesús transforma las visiones oscuras del sentido material en armonía e inmortalidad... Quitar del pensamiento confianzas equivocadas y testimonios materiales a fin de que aparezcan las verdades espirituales del ser, ése es el gran logro por el cual eliminaremos lo falso y daremos entrada a lo verdadero”.Ciencia y Salud, pág. 428.
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