¿Te Paraste Alguna Vez a orillas de un lago muy tranquilo? Si lo has hecho, tal vez viste el cielo, los árboles, las nubes, y demás reflejados en ese lago. Viste su reflejo en el agua.
¿Qué tiene esto que ver contigo? El mundo te dice que eres un mortal, un producto de tus padres, de tu ambiente, de tu educación, etc. Pero la Biblia nos da un punto de vista diferente del hombre y su origen. El libro de Génesis declara: “Creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”. Gén. 1:27. Dios es Espíritu, de manera que tu verdadera identidad es completamente espiritual. Tu identidad es la imagen, o reflejo, de Dios, por lo tanto estás por derecho definido por cualidades espirituales, tales como inteligencia, amor, alegría y bondad. Estas cualidades no dependen de dónde vives, ni de tus parientes ni de tu escolaridad, porque son de Dios, y tú las reflejas permanentemente. Tú no puedes reflejar ninguna cualidad que Él no tenga.
Dios es Amor, Principio, Verdad y Vida, así como Espíritu. Por lo tanto, tú eres amoroso, justo, veraz y activo. Dios es todo el bien, sin una mancha de mal, de manera que, como eres Su reflejo, tu ser es todo bueno también. Se caracteriza por tener salud, paz y pureza, sin enfermedad ni pecado.
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