Deseo Expresar mi gratitud por el gozo, la curación y el estrecho vínculo que he logrado con Dios por medio de la Ciencia Cristiana.
Uno de los primeros recuerdos que atesoro es que Dios está siempre tan presente como lo estaba ese querido amigo con quien jugábamos cuando niños. Entre mis relatos bíblicos favoritos se encuentra la historia de Samuel, cuando Dios le hace un llamado (véase Samuel 3:1–11)
Cuando era más joven me aparecieron forúnculos. Una noche, mientras mi abuela me contaba historias de la Biblia, dije: “Dios me ama”. La verdad que contiene esta afirmación eliminó lo que yo mantenía en el pensamiento. Dejé de ver a los forúnculos como una realidad y, como resultado, éstos drenaron y desaparecieron.
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