Cuando Conocí La Ciencia Cristiana me encontraba en un estado de desesperación emocional. Tenía relaciones sexuales prematrimoniales, fumaba, bebía bebidas alcohólicas y me sentía muy desorientada, triste, temerosa, disgustada y confundida.
Un día comencé a orar para buscar una especie de salida a todo eso, y poco después una Científica Cristiana se mudó a mi habitación. Esto hizo que mi atmósfera mental cambiara de inmediato, y empecé a leer con determinación los Sentinels que se amontonaban en el librero de nuestro apartamento.
Me encontraba en un estado de desesperación emocional.