¿ Fíate De Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas" (Prov. 3:5, 6). Este versículo en particular de la Biblia, me ha ayudado en muchas ocasiones.
El dolar era aún más fuerte y casi no podía ingerir alimentos.
De niña, iba con mis padres y mis hermanos a una iglesia de la Ciencia Cristiana, y asistí a la Escuela Dominical, donde aprendí y adquirí un profundo conocimiento de Dios y Su creación. Aprendí que Dios es Todo en todo; que Dios, la Mente, controla todo lo que El ha hecho, y cuida de mí y de la humanidad entera. Aprendí también que Dios es Principio, Alma, Espíritu, Vida, Verdad, Amor, Mente, sustancia e inteligencia.
Desde entonces he tenido infinidad de bendiciones a través del estudio y entendimiento de la Ciencia Cristiana. Desearía compartir una curación que tuve en marzo de 1995.
Una mañana desperté con una hinchazón en la parte superior de la boca y sentía mucho dolor. De inmediato, recordé como había aprendido a orar en la Escuela Dominical y declare para mí misma, una de las verdades de Ciencia y Salud. "La Mente divina que creó al hombre, mantiene Su propia imagen y semejanza" (pág. 151). Meditando profundamente sobre este pasaje, razone científicamente que si la Mente divina me mantiene por ser Su hija, no puede incluir dolor alguno, y percibí que el dolor es una ilusión.
Después me mantuve firme en la verdad de esta declaración que se encuentra en Ciencia y Salud: "No hay vida, verdad, inteligencia ni sustancia en la materia. Todo es Mente infinita y su manifestación infinita, porque Dios es Todo-en-todo. El Espíritu es Verdad inmortal; la materia es error mortal. El Espíritu es lo real y eterno; la materia es lo irreal y temporal. El Espíritu es Dios, y el hombre es Su imagen y semejanza. Por lo tanto el hombre no es material; él es espiritual" (pág. 468).
Al otro día el dolor era aún más fuerte y casi no podía ingerir alimentos, pero continué con mi oración sabiendo que: "Nada puede perturbar a la armonía del ser ni poner fin a la existencia del hombre en la Ciencia" (pág. 427). Ese día sentí el efecto de mi oración; la parte inflamada drenó. Al día siguiente estaba completamente sana.
Me siento profundamente agradecida a Dios por esta maravillosa curación y por el descubrimiento que hizo la Sra. Eddy de la Ciencia Cristiana. También agradezco a Dios que mis padres me hayan guiado a educarme con estas maravillosas enseñanzas, y por el gozo que siento de ser miembro de La Iglesia Madre.
Obigbo, Rivers State Nigeria
