Con Frecuencia cuando enfrentamos un problema (ya sea enfermedad, pérdida, escasez, desarmonía en las relaciones, accidentes, o alguna otra cosa), nuestro pensamiento está confundido, todos los diferentes aspectos de la situación se juntan en nuestra consciencia, y nos preguntamos: "¿Cómo voy a salir de esto? ¿Quién me puede ayudar?"
La Biblia ofrece esta guía de Dios: "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios". Salmo 46:10. Una experiencia que escuché hace poco demuestra que el seguir esta guía trae buenos resultados.
Una mujer estaba viviendo en un país comunista. Muy rara vez mostraban películas para niños, de modo que cuando anunciaron que iban a proyectar una en otro pueblo distante, ella decidió llevar a su pequeño hijo y a otro niño a verla, aunque el servicio de autobús era irregular e imprevisible los fines de semana.
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