Hace Algunos Años sané de sordera.
Primero dejé de oír de un oído, y dependí del otro. Esto continuó por algunos años. Luego dejé de oír por el otro oído también. En ese momento estaba en una reunión de mi iglesia, y pensé que los miembros estaban haciendo un chiste tratando de leer los labios. De pronto me di cuenta de que era yo la que estaba leyendo los labios, y no fue nada gracioso. Tuve mucho miedo.
Después de una semana comencé a creer que aunque había tenido muchas curaciones en el pasado, este problema era muy difícil para que la Ciencia Cristiana lo sanara. Fue entonces que llamé a un practicista de la Ciencia Cristiana para pedirle ayuda con su oración.
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