Soy un chico de 14 años, y mi abuelo es Científico Cristiano. Desde que yo era muy pequeño siempre que me sentía mal, o tenía fiebre, le pedía a mi madre que llamara a mi abuelo. Él venía y arábamos juntos, me hablaba de Dios y de Su inmenso amor, y al poco rato ya me sentía bien. Ahora también oramos con mi hermana para beneficiarnos de nuestra oraciones.
Islas Baleares
En agosto del 96, una noche mi papá se descompuso del estómago, sintiéndose mal. Yo estaba en la cama y empecé a orar diciendo el Padre Nuestro, y luego él si puso mejor. [Tiene 9 años y concurre a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana.]
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