Estoy muy feliz de que mis padres hayan encontrado la Christian Science. A mi madre le habían pronosticado que se quedaría totalmente ciega, y eso hizo que ella buscara curación.
Mis padres hablaron sobre esto con un amigo de la familia que era médico. Él les sugirió que visitaran a una prima de mi madre que había sido sanada de una prolongada enfermedad por la Christian Science, y que valía la pena que mi madre la probara.
Cuando mis padres visitaron a esta prima, ella les habló de Ciencia y Salud, que explica qué es el Cristo y habla del inmenso amor que Dios tiene por todos Sus hijos. Además les aseguró que Dios jamás castiga al hombre, Su reflejo, y que siempre bendice a todos. A la mañana siguiente, cuando mi madre miró por la ventana, pudo ver claramente los rayos de las ruedas de los sulkys y calesas que pasaban frente a la casa, y también pudo reconocer a la gente que caminaba por la calle. Fue el entusiasmo que manifestó su prima al hablarle de la inspiración que obtuvo al leer Ciencia y Salud, lo que la había sanado. Mi madre contaba que después de sanar se sentía como el ciego a quien Cristo Jesús sanó, cuando dijo: "Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo" (Juan 9:25).
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