¿Has pensado que lo que obtienes de una determinada ocupación está en directa proporción a tu aporte mental? Con esto me refiero a las cualidades de pensamiento que abrigas. Puedes estar viendo una obra de teatro escolar, escuchando una sinfonía o alentando a tu equipo deportivo, pero si te sientes deprimido, distraído, soñoliento o enojado, difícilmente los disfrutarías. Probablemente la mayoría nos hemos dado cuenta de esto.
Para que haya curaciones, cada persona necesita trabajar y crecer espiritualmente.
Siempre me siento llena de inspiración cuando percibo una nueva idea, y esto me ocurrió una vez cuando escuché los anuncios durante un servicio en una iglesia filial de la Christian Science. La invitación para afiliarse me llamó la atención, pues mencionaba la alegría que se siente cuando uno participa activamente como miembro. Al pensar en esto, reparé en cuán importante es que yo exprese gozo en mis actividades en la iglesia, y me di cuenta de que si he de esperar que los que no son miembros piensen en lo valioso que es afiliarse, yo debería percibir y apreciar aún más ese gozo.
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