Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

¡Qué alegría, ya soy miembro!

Del número de julio de 1998 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


¿Has pensado que lo que obtienes de una determinada ocupación está en directa proporción a tu aporte mental? Con esto me refiero a las cualidades de pensamiento que abrigas. Puedes estar viendo una obra de teatro escolar, escuchando una sinfonía o alentando a tu equipo deportivo, pero si te sientes deprimido, distraído, soñoliento o enojado, difícilmente los disfrutarías. Probablemente la mayoría nos hemos dado cuenta de esto.

Para que haya curaciones, cada persona necesita trabajar y crecer espiritualmente.

Siempre me siento llena de inspiración cuando percibo una nueva idea, y esto me ocurrió una vez cuando escuché los anuncios durante un servicio en una iglesia filial de la Christian Science. La invitación para afiliarse me llamó la atención, pues mencionaba la alegría que se siente cuando uno participa activamente como miembro. Al pensar en esto, reparé en cuán importante es que yo exprese gozo en mis actividades en la iglesia, y me di cuenta de que si he de esperar que los que no son miembros piensen en lo valioso que es afiliarse, yo debería percibir y apreciar aún más ese gozo.

Cuando me puse a orar, recordé una conversación que había tenido con unos amigos después del servicio religioso. Al salir, uno de ellos comentó cuánto echaba de menos la Escuela Dominical, pues había dejado de concurrir varios años antes, al cumplir los veinte. El Manual de La Iglesia Madre estipula que sólo "deben asistir a los ejercicios de la Escuela Dominical",Manual, Art. XX, Sec. 1. alumnos hasta la edad de veinte años, el personal y los maestros de la misma. Mi amigo dijo que deseaba que hubiera una Escuela Dominical para adultos, como las hay en otras denominaciones, pues extrañaba la atmósfera de descubrimiento y aprendizaje que tanto nos gustaba.

Al pensar en esta conversación, vi qué importante es aprender y descubrir más acerca de Dios y del hombre. El gozo viene cuando descubrimos nuevas ideas de la Verdad y la manera de aplicarla en la vida diaria.

Una breve "Reseña Histórica" de The First Church of Christ, Scientist, menciona que ésta es una iglesia "destinada a conmemorar la palabra y las obras de nuestro Maestro, la cual habría de restablecer el Cristianismo primitivo y su perdido elemento de curación".Ibid., pág. 17. Esta declaración exige una respuesta activa, hemos de hacer como Jesús hizo y dijo.

Bueno, y ¿cuál era la posición de Cristo Jesús respecto al día de reposo? Una y otra vez sanaba en ese día, al igual que en cualquier otro. El Evangelio según Mateo relata que en la sinagoga Jesús sanó a un hombre que tenía una mano seca. Véase Mateo 12:9-13. Esto fue en contra de las creencias de los principales de la sinagoga, que opinaban que sanar quebrantaba el día de reposo, ya que para ellos era una forma de trabajo.

Pero Jesús dejó órdenes que muestran la naturaleza activa de la verdadera adoración: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura". Marcos 16:15. "Sanad enfermos". Mateo 10:8. "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, ...enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado". Mateo 28:19, 20. Y hablando con una mujer que le había hecho preguntas acerca de la adoración a Dios, él dijo: "Dios es Espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren". Juan 4:24. Por eso, al seguir sus mandatos, nuestra activa adoración diaria, da resultados tangibles y sanadores.

Por lo tanto, los servicios de la iglesia no sólo son para que nos reunamos durante una hora a escuchar la lectura; son para que la congregación, la comunidad y el mundo, sanen. Para que haya curaciones, cada persona necesita trabajar y crecer espiritualmente. Asistir sólo por el hecho de asistir, no es seguir los mandatos de Jesús. Cada uno debe pensar en las ideas expresadas, amarlas y utilizarlas para orar. Es el momento de reconocer que Cristo, la Verdad, está presente para sanar, y que el poder de la Verdad es tan eficaz ahora como lo fue en la curación del hombre de la mano seca.

Así como las ideas en la Lección Bíblica del Cuaderno Trimestral de la Christian Science se pueden estudiar durante la semana y aplicar a casos individuales, también se pueden aplicar en la iglesia para sanar. Al hacer esto, todos los que concurren a la iglesia, con su oración y amor por la congregación, contribuyen individualmente al servicio. Esto requiere que cada persona que asiste al servicio se mantenga alerta; pero conforme llevemos esta diligencia espiritual y este amor al servicio, todos saldremos renovados, llenos de comprensión de la Palabra de Dios.

Las reuniones de testimonios de los miércoles también son para la curación y la educación espiritual. No sólo ofrecen lecturas de la Biblia y de Ciencia y Salud, preparadas y leídas con inspiración por el Lector, sino que hay un período en el que los concurrentes pueden dar un testimonio de curación por medio de la Christian Science, o hacer comentarios acerca de alguna lección aprendida mediante el estudio de esta Ciencia. ¡Esto es participar activamente! Cada concurrente desempeña un papel vital.

El gozo que expresan los miembros, bendice a su comunidad.

No importa cuál sea tu trabajo en la iglesia, la continua curación que el ser miembro trae por el Cristo a nuestra vida, ya es de por sí gozosa. Cuando cada uno de los que trabajan para la iglesia descubre y vive este gozo, no sólo bendice su propia vida, sino que bendice el trabajo y las actividades de la iglesia en la comunidad. La gente responde al gozo, y tu gozo constante impulsa al mundo a celebrar la bondad de Dios.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / julio de 1998

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.