Hace Tiempo solía tener mis perros en la azotea y tenía que subir por una escalera de escalones clavados para darles de comer. Un día mientras subía, se rompió uno de los escalones y me caí perdiendo el conocimiento. Al resbalar atiné a ponerme en manos de Dios.
Cuando reaccioné media hora después, me era difícil respirar porque sentía como algo clavado en las costillas. Esto me hizo pensar que algunas de ellas se habían roto. Todo esto sucedió cuando hacía apenas unos días que había conocido la Christian Science.
Mi familia, preocupada por mi situación, quiso llevarme al hospital, pero yo, haciéndoles señas, dije que no. Entonces mi hijo, que conocía a una practicista de la Christian Science, fue por ella.
Al llegar esta señora, me dijo que yo era la hija perfecta de Dios, que Él estaba conmigo y que nada me podía pasar. También me dijo que como Su hija yo ya estaba bien. Ella dijo que iba a orar por mí y me recomendó que leyera la "declaración científica del ser" que se encuentra en la página 468 de Ciencia y Salud.
Me quedé acostada, y fueron pasando los días. Pronto me di cuenta de que ya podía moverme, incluso los dedos, y empecé a caminar. Hasta pude acostarme del lado en que tenía la fractura sin ningún dolor.
Esta experiencia me hizo ver que Dios, nuestro Padre-Madre, estuvo siempre conmigo y nunca me dejó sola. El Salmo 121 no podría resumirlo mejor: "Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre".
Estoy muy agradecida a Dios, al Cristo y a la Christian Science.
México D.F., México
