Hay Muchas Personas que hoy en día están buscando empleo o alguna actividad para poder enfrentar las necesidades económicas diarias. Son muchas también las que desean cambiar de trabajo y encontrar mejores oportunidades para su progreso. Pero a veces, las perspectivas que el mundo ofrece no parecen ser muy alentadoras.
Hace casi dos mil años, hubo un hombre que vivía en una época donde las desigualdades sociales eran muy grandes, y donde existían muchas necesidades humanas que satisfacer. Este hombre no tenía un puesto en un negocio, ni estaba contratado por personas importantes o ricas, ni tenía un salario fijo que lo sustentara. Sin embargo, siempre estuvo activo, y todas sus necesidades fueron satisfechas, como así también las de los que lo rodeaban y seguían. Muchos se habrán dado cuenta de que me refiero a Cristo Jesús.
Todo aquel que se detenga a analizar la vida de este hombre ejemplar, encontrará que está caracterizada por su ocupación constante en hacer el bien y en ayudar a otros. La Biblia nos cuenta que a los doce años estaba ocupado "en los negocios de [su] Padre". Lucas 2:49. Y más tarde, a partir de los treinta años, se dedicó a sanar enfermos, rescatar pecadores, alimentar multitudes y predicar un mensaje espiritual de salvación eterna para toda la humanidad.
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