El Fallecimiento de un amigo puede llevarnos a hacer un profundo examen interior. Pasamos por momentos en los que deseamos estar solos, o acompañados de unos pocos allegados, para reflexionar un poco.
Hubo un momento en que Jesús tuvo que enfrentar la pérdida de un buen amigo. Juan el Bautista perdió la vida en circunstancias muy difíciles. Los discípulos se ocuparon de su cuerpo y después le dieron la triste noticia a Jesús.
Sólo podemos especular sobre cómo se sintió Jesús, y no sabemos con exactitud qué les dijo, pero en el Evangelio según Mateo leemos: "Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado". Mateo 14:13.
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