En Una Clase de cuarto grado de la Escuela Dominical hablaban sobre la curación espiritual. Para comenzar el tema, los alumnos se turnaban leyendo en voz alta un párrafo del libro de texto de la Christian Science, libro que explica los pasos prácticos a dar para apoyarse en la ley divina de la curación espiritual. tal como lo hizo Cristo Jesús.
Uno de los párrafos que se leyeron comienza diciendo: "Cuando la ilusión de enfermedad o de pecado os tiente, aferraos firmemente a Dios y su idea".Ciencia y Salud, pág. 495. La frase que sigue dice: "No permitáis que nada sino Su semejanza more en vuestro pensamiento", pero una alumna leyó incorrectamente: "No permitáis que nada sino Su semejanza more en vuestra garganta" (En inglés ambas palabras tienen una pronunciación similar). Ella inmediatamente se dio cuenta de su equivocación, y todos se rieron con ella. Esto sirvió para romper el hielo y disipar todo aburrimiento. También permitió que los alumnos, con vivacidad y buen humor (tan naturales en ellos), empezaran a hablar sobre temas más profundos.
Al día siguiente, una amiga llamó a la maestra de esa clase para pedirle ayuda por medio de la oración. Un trozo de tenedor de plástico se le había atascado en la garganta, y era muy fuerte la sugestión de que se necesitaba una intervención quirúrgica para extraerlo. La maestra, recordando la lectura equivocada de su alumna de que sólo debemos permitir que la semejanza de Dios more en nuestro pensamiento, se lo contó a su amiga y ambas se rieron, prometiéndose ser obedientes a dicha instrucción.
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