Tuve Problemas de salud desde mi infancia. Vivía nerviosa, deprimida, con miedo a todo tipo de enfermedades. Consulté con varios médicos, y también, durante un tiempo, estudié otros métodos como el yoga.
En una época, pasé por un momento extremadamente difícil. Había consultado con psiquiatras que me decían que mi problema era incurable. Me recomendaron dietas rigurosas que me hicieron perder catorce kilos.
Fue entonces cuando conocí la Christian Science, por medio de una amiga que estaba al tanto de mis problemas, y me ofreció un ejemplar de esta revista en portugués, O Arauto da Christian Science. Tuve curiosidad en leerla. En esa ocasión, no entendí mucho de lo que leía, pero decidí comprar el libro Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. Luego comencé a leer las Lecciones Bíblicas, del Cuaderno Trimestral de la Christian Science. Estas palabras de Isaías tuvieron gran impacto en mí: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" (41:10).
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