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Laurita conoce la protección del Amor divino

Del número de abril de 1999 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Laurita es una niña de seis años que desde muy chica asiste a la Escuela Dominical de una iglesia de la Christian Science. Ahí aprendió que Dios la quiere mucho y que siempre la está cuidando.

Un día salió a caminar con su mamá y llegaron a una plaza donde había muchos juegos para niños. Empezaron a cruzar la plaza, cuando Laurita, como buena niña que es, sintió muchas ganas de subirse a los juegos.

La mamá vio que la niña quería subirse a un juego hecho de caños de hierro, pero como iban muy apuradas le dijo que no se subiera porque no tenían tiempo.

La mamá continuó caminando y unos metros más adelante se dio vuelta para ver si Laurita estaba cerca de ella, y la vio subida en lo más alto de ese juego.

La mamá se quedó sorprendida de verla ahí, pero no dijo ni una palabra, ni le gritó. Pero en ese momento Laurita perdió el equilibro y se cayó de cabeza al suelo.

Laurita se levantó inmediatamente y corrió hacia su mamá. "¿Estás bien?", le preguntó la mamá. Laurita respondió que no le dolía nada.

Al llegar a su casa, la mamá le dijo que no se había portado bien al no obedecerla. También le dijo que era importante recordar que Dios es el Amor divino que nos protege y nos cuida, y que ésa había sido una oportunidad para aprender a ser más obediente. Luego le preguntó qué había pensado en el momento en que perdió el equilibrio. Laurita le contestó que cuando estaba en lo más alto del juego y empezó a caer, pensó: "Mamá, tú estás lejos, pero mi Dios está acá y Él me va a ayudar". Y cuando cayó no sintió nada.

Laurita y su mamá aprendieron una gran lección: Laurita, que debe obedecer y saber que Dios siempre la ayuda y la corrige; y su mamá, debe saber que aunque no esté al lado de su hija, Dios la ama y cuida de ella.

Y luego leyeron lo que dice la Sra. Eddy:
"Padre-Madre el bien, con amor
te busco paciente, manso,
en Tu camino andando voy,
despacio o de prisa,
de Ti en pos".Escritos Misceláneos, pág. 400:20–25.

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