Yo Era Cantante de ópera profesional, y me estaba preparando para ir a Alemania a cantar. Por algún tiempo había tenido inflamación y dolor en la garganta, y pensaba que se debía a que tenía muchos compromisos de trabajo. Me recomendaron que fuera a ver a un maestro de impostación vocal (después me enteré de que era especialista de ojos, naríz, oído y garganta). Después de mirarme las cuerdas vocales mientras cantaba, me dijo que en su opinión yo tenía cáncer de garganta y que debía hacer algo rápido al respecto. Después de darme esta darme noticia, me dijo con mucho afecto que le gustaría recomendarme a los mejores médicos especialistas. No obstante, concluyó su comentario con una notable observación. Su hijo era estudiante de la Christian Science (yo le había dicho que era Científica Cristiana), y comentó que tal vez yo encontraría allí mi respuesta.
Temblaba al salir del estudio de este atento caballero. Había sido criada en un hogar cristiano pero siempre me había apoyado en el tratamiento médico, a veces con éxito, y otras veces sin él. Cuando tenía veinte años comencé a estudiar la Christian Science y, durante los siguientes trece años, tuve maravillosas curaciones. Ahora, estaba batallando por aferrarme más a las leyes espirituales que demostró Cristo Jesús, las leyes que, en 1866, Mary Baker Eddy interpretó, y demostró que aún hoy eran eficaces para obtener una curación rápida y permanente. Divinamente inspirada, ella escribe en Ciencia y Salud: "Nuestro Maestro trataba al error por medio de la Mente. Jamás exigió obediencia a leyes de la naturaleza, si por eso se entiende que son leyes de la materia, ni tampoco usó medicinas. Hay una ley de Dios aplicable a la curación, y ésa es una ley espiritual en vez de material".Ciencia y Salud, pág. 463. Yo anhelaba saber más acerca de esa ley específica.
Una vez que decidí apoyarme en la Ciencia del Cristo para sanar esta enfermedad, comencé mi travesía espiritual. Hablaba todos los días con un practicista de la Christian Science. Su comprensión espiritual me ayudó a liberarme del dolor y el temor que sentía. Él me veía como la hija perfecta de Dios con mucha más claridad que yo. Trabajé a diario con la Lección Bíblica que se encuentra en el Cuaderno Trimestral de la Christian Science. Además de leer de Ciencia y Salud, estudié las Escrituras y no leí nada aparte de artículos y testimonios de curaciones en los cuales la gente había enfrentado situaciones similares y había sanado gracias a la revelación de la Verdad.
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