Con el continuo arribo de gente a las ciudades las autoridades se hallan preocupadas y la seguridad ha llegado a ser un producto de lujo. La desconfianza y el temor de algunos los llevan a alejarse de las zonas sobrepobladas o a buscar seguridad detrás de altas paredes de concreto; otros tratan de ignorar el problema dirigiendo la mirada en dirección opuesta.
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