¿Qué Puede Hacer la gente cuando enfrenta situaciones destructivas como bombas, accidentes aéreos o desastres naturales? Los gobiernos, ingenieros, científicos y fuerzas de seguridad dan lo mejor de sí para proteger a todos, y también hay algo que cada uno puede hacer individualmente.
La oración es una gran ayuda. Como Científico Cristiano me esfuerzo por colaborar eficazmente en pro de la seguridad a través de la oración.
Durante mi servicio militar en la Segunda Guerra Mundial, hubo ocasiones en que me encontré en situaciones peligrosas, incluso una en la que mis superiores no pensaban que iba a regresar vivo. En otra ocasión, mis compañeros creyeron que mi posición había sido destruida. Sin embargo, no fui herido en ninguna de esas situaciones, por lo que estoy muy agradecido.
Mediante el estudio de la Christian Science había aprendido a recurrir a Dios bajo cualquier circunstancia para recibir aliento y sentirme seguro. Me di cuenta de que cuando enfrentaba situaciones aparentemente peligrosas, si estaba en mi lugar correcto, es decir, un lugar donde estaba haciendo la voluntad de Dios, estaba totalmente protegido. Si me habían asignado una buena misión, era razonable aceptarla como mi lugar correcto en ese momento.
Había aprendido que como Dios está en todas partes, yo nunca podía estar fuera de Su presencia. Estaba familiarizado con un pasaje de los Salmos, que nos asegura que Dios es "nuestro pronto auxilio en las tribulaciones". Salmo 46:1. Estos parecían ser momentos llenos de tribulaciones. Pero pude comprender que el amor y la protección de Dios están siempre presentes, porque un Dios infinito nunca puede estar ausente. Con frecuencia, me recordaba a mí mismo que no había lugar más seguro que el lugar donde yo estaba, porque Dios está siempre en todas partes.
Cuando uno lee o escucha que alguien se encuentra en una situación donde peligra su vida, es muy importante entender que Dios es la fuente de la seguridad. Tanto la Biblia como las enseñanzas de la Christian Science muestran que nuestra seguridad está definida en términos espirituales. La verdadera seguridad descansa en una profunda confianza en lo espiritual, en lo que es de Dios. Cuando esta confianza emana de la comprensión en la naturaleza omnipotente y omnipresente de Dios, entonces podemos depender de ella
San Pablo se refirió a esto cuando dijo a la iglesia en Filipo: "... el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo". Filipenses 1:6. Vivimos el "día de Jesucristo" cuando dejamos de dudar y comprendemos lo que Jesús enseñó y probó: que el poder de Dios para salvar, sanar y mantener a toda Su creación, es incuestionable. Nuestra seguridad existe en unidad con Dios, en quien somos Su perfecta expresión. En el primer capítulo del Génesis, el hombre es representado como la "imagen y semejanza de Dios". Véase Génesis 1:26, 27. Nosotros somos esa imagen. Dios es del todo bueno, por lo tanto, por ser Su imagen, sólo reflejamos el bien.
En medio del peligro, nuestros pensamientos y acciones nos mantendrán a salvo si afirmamos y reconocemos que el gobierno que Dios tiene sobre el universo y el hombre, debe estar de acuerdo con Su propia naturaleza, como Mente divina, buena, y del todo creadora.
Mary Baker Eddy descubrió la Christian Science estudiando profundamente la Biblia, especialmente la vida de Jesús. Su libro Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras explica esta Ciencia por completo. En la página 469 dice: "Lo que extermina al error es la gran verdad que Dios, el bien, es la Mente única y que el supuesto contrario de la Mente infinita — llamado diablo o mal — no es Mente, no es Verdad, sino error, sin inteligencia ni realidad... Sepultamos el sentido de infinitud cuando admitimos que, aunque Dios es infinito, el mal tiene un lugar en esa infinitud, porque el mal no puede tener lugar, ya que todo espacio está ocupado por Dios".
Durante todo su ministerio Jesús demostró su confianza en Dios. Se esforzó por motivar en sus seguidores, incluso hoy en nosotros, esa invalorable confianza con la que sanaba. A medida que tomamos conciencia de que coexistimos con nuestro Creador, aumenta nuestra confianza. Aunque no ignoramos el problema, nos negamos a ser amedrentados por él, porque sabemos que no proviene de Dios y no tiene poder verdadero. Este conocimiento altera las experiencias humanas en pro del bien. Beneficia a todos. La bondad y el amor de Dios no dejan a nadie desprotegido.