Altas Rejas, servicios de seguridad, cerraduras que se abren con una clave, billeteras con cierres herméticos... ¿Son estos métodos, y tantos otros, suficientes para darnos un sentido de seguridad?
Si bien es importante cuidar humanamente de las cosas que son necesarias y preciadas para nosotros, también es importante sentirnos en paz cuando se trata de nuestra seguridad.
Las ideas del Salmo 91 muchas veces me trajeron esa paz. Comienza diciendo: "El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente... No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya... Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal". Salmo 91:1, 5, 9.
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