Mirando Una de las series de televisión más populares en el Río de la Plata, me di cuenta de que los personajes se irritaban con inusitada frecuencia. Todos parecían tener un motivo para ofenderse, levantar la voz y marcharse apresuradamente. Eso me hizo pensar cómo muchas veces nos vemos tentados a actuar de esa misma manera tan torpe, dejándonos dominar por la ira, el malhumor o la irritación.
Si bien algunas reacciones humanas parecen mínimas cuando las comparamos con la violencia que parece imperar en el mundo, ¿no tienen éstas su origen en la misma clase de pensamientos que, inflamados, llevan a males mayores, incluso a matar? Muchos anhelan encontrar protección contra la violencia física y mental. Y también muchos la están encontrando al apoyarse en las leyes bondadosas de Dios.
Estas leyes, que la Biblia enseña a vivir expresando cualidades como la bondad, el amor, la paciencia y la mansedumbre, nos permiten triunfar sobre las pasiones humanas; porque ya están incluidas en cada uno de nosotros, como hijos amados de Dios. La Biblia nos amonesta para nuestro bien diciendo: "Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia". Efesios 4: 31. Para que estas cualidades salgan a luz, es necesario que las reclamemos — porque realmente ya nos pertenecen — y que pacientemente las cultivemos cada día.
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