¿Te pegó un susto un animalito alguna vez? ¿Quizás un perro grande o un gato camorrero? Tal vez pienses que un animal te puede lastimar. Pero en realidad, aunque el más grandotote y feroz animal te estuviera por saltar encima, hay algo que puedes hacer para estar a salvo. Si comprendes por qué el animalito y tú fueron creados por Dios, y que Él los quiere mucho, entonces sabes por qué nada te puede lastimar ni a ti ni al animalito. Déjame contarte cómo vi que esto es verdad.
Un sábado por la mañana, cuando estaba en cuarto grado, mi amiga Carolina vino a mi casa. Estaba muy preocupada porque su perro, Gofi, se había escapado de su casa sin el collar. Me pidió que la ayudara a buscarlo para ponerle de nuevo el collar con su identificación. Eso es requerido por ley, para que la gente sepa dónde vive el animal.
Como yo estaba apurada para ayudarla, salí de la casa corriendo sin zapatos. No nos llevó mucho tiempo encontrar a Gofi. Estaba justo del otro lado de la calle en el jardín de un vecino, disfrutando de un lindo hueso que había encontrado. Estaba con otro perro llamado Pintado.
Cuando Carolina y yo nos acercamos a los dos perros, Pintado de pronto reaccionó como para proteger a su amigo Gofi. Probablemente pensó que le íbamos a sacar el hueso a Gofi. Cuando Carolina se acercó a su perro, Pintado le empezó a ladrar y ella se asustó mucho. Entonces me dio el collar para que yo lo intentara. A todo esto, Pintado parecía estar muy enojado de que estuviéramos allí. Cuando me acerqué a Gofi, Pintado me mordió muy fuerte el tobillo.
Me dio miedo cuando vi la profunda mordida que tenía. Carolina corrió a buscar a mis padres. Mientras mi papá me llevaba adentro de la casa, me mantuvo bien cerca de él, y me dijo que Dios me amaba mucho a mí y también a Pintado.
Cuando entramos, mi mamá me limpió y me vendó el tobillo. Mamá y Papá siempre recurrían a Dios cuando era necesaria una curación, así que hablamos de que Dios ama a todas Sus criaturas. Las oraciones de mis padres declaraban que Dios creó tanto a los niños como a los animales, y por esa razón una idea de Dios no podía lastimar a otra.
Mary Baker Eddy, la señora que descubrió la Christian Science, quería mucho a los animales. Ella sabía que Dios creó a todos los seres vivientes, animales, plantas, niños, hombres y mujeres. Ella escribió: ”Todas las criaturas de Dios, moviéndose en la armonía de la Ciencia, son inofensivas, útiles e indestructibles”.Ciencia y Salud, pág. 514. De modo que aunque en aquel momento no había pensado eso de Pintado, ahora podía verme a mí y a él como éramos realmente: ”inofensivos, útiles e indestructibles”.
Por más temor que hayamos sentido Pintado y yo por la situación, Dios nos estaba cuidando a los dos. Ambos teníamos un propósito útil en el reino de Dios. Yo estaba tratando de ser útil y cumplir las leyes locales sobre los collares, y Pintado quería proteger a su amigo. Ninguno de los dos podíamos ser lastimados por tratar de hacer el bien. Y como somos indestructibles, no podíamos sufrir ningún efecto por la mordida. Eso quería decir que yo no iba a tener cicatrices ni ningún problema para caminar, y Pintado tampoco merecía tener mala fama en el barrio.
El dolor del tobillo desapareció ese mismo día, y el martes por la mañana, yo ya estaba corriendo y jugando con mi hermana. Cuando volví al colegio el miércoles, nadie me quería creer que me había mordido un perro, porque tan sólo tenía una marca pequeñita en el tobillo. ¡Fue una curación recool! Descubrí que hacer el bien y escuchar lo que bueno sobre todas las criaturas de Dios, sólo nos lleva a recibir un bien mayor.
Entonces si alguna vez te da miedo algún animal (¡o una persona!), puedes recurrir a Dios. Él te va a mostrar lo que es la realidad, y verás que la verdadera naturaleza de ese animal o persona es buena.