Hace Poco alguien me recordó la declaración del dice: “...cual es su corazón, tal es él”. Proverbios 23:7. Esto me hizo cuestionar mis pensamientos más profundos. ¿Quién soy yo? Yo sabía que la Christian Science, siguiendo las enseñanzas de la Biblia, explica que la creación de Dios es buena, y que es espiritual, no material. Los hijos de Dios, el Espíritu, no están formados por nada que pueda decaer, estar enfermo ni ser destruido. Ciencia y Salud dice: “Las Escrituras nos informan que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios. La materia no es esa semejanza. La semejanza del Espíritu no puede ser tan desemejante al Espíritu”.Ciencia y Salud, pág. 475. Por lo tanto, nuestra verdadera identidad es espiritual. No somos mortales sufrientes y pecadores, hechos del polvo de la tierra como dice la historia alegórica de la creación. Véase Génesis capítulo 2.
Mi búsqueda espiritual me guió hacia la Santa Biblia y Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, para poder restablecer en mi conciencia la verdad absoluta de mi ser. El estudio diario de estos libros me ayuda a comprender mejor la relación que tengo con Dios y mi verdadera identidad, así como la de los demás. Considero que necesito estudiar y orar a diario para no olvidar ni perder de vista la verdad espiritual.
Hace unos años, me olvidé, o mejor dicho, el dolor y los síntomas de enfermedad que tenía me distrajeron temporalmente, y perdí de vista mi verdadero ser. Estaba muy preocupada por la enfermedad. Pero como había visto tantas curaciones mediante la oración únicamente, sabía que si recurría a Dios resolvería la situación.
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