Fue un verdadero privilegio y alegría haber podido asistir a una Escuela Dominical de la Christian Science desde pequeña. Allí aprendí que Dios es Vida, Verdad y Amor, y que el hombre es Su reflejo espiritual. He tenido innumerables curaciones tanto de problemas físicos como mentales.
Durante todos los años que estudié y practiqué la Christian Science, y a veces recurrí a un practicista de esta Ciencia para que me diera ayuda espiritual mediante la oración, tuve tres curaciones instantáneas que me han servido de gran inspiración.
Cuando era pequeña, vi a mi hermano caer de cabeza por las escaleras y lastimarse seriamente el labio y la boca. Mi mamá vino rápidamente, lo tomó con calma en sus brazos, y declaró que Dios está siempre presente, y que, por lo tanto, no podemos ser víctimas de accidentes. La hemorragia cesó como si hubieran cerrado una canilla, y el niño dejó de llorar de inmediato. No le quedó ningún rastro del incidente.
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