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Con la oración superó muchos desafíos

Del número de febrero de 2000 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


He Sido Estudiante de la Christian Science desde que tenía nueve años. Por un tiempo me aparté de ella, pero gracias a Dios, como el hijo pródigo, regresé al redil.

Hace unos siete años, escuché una maravillosa conferencia sobre la Christian Science, que me dio mucha inspiración, y de pronto sentí el deseo sincero de tomar instrucción en clase. Realmente quería obtener una comprensión más profunda de la Ciencia del Cristianismo; y dos años después, lo pude concretar. Fue la experiencia más espiritualmente elevada que haya tenido en mi vida. El maestro nos dijo que si tan sólo pudiera inculcarnos lo cerca que está el hombre de su Padre-Madre Dios, se sentiría muy satisfecho.

En verdad capté el mensaje, y durante esas dos semanas tuve varias curaciones bellas; aprendí que Dios y Su idea, el hombre, son absolutamente inseparables. Esa nueva comprensión de que estoy cerca del Padre divino de todos, me ayudó a enfrentar y superar tres desafíos que surgieron poco después de regresar a casa.

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