Desde Que Comencé a prestar más atención al interés que tiene la sociedad en encontrar respuestas sobre la vida —respuestas que vayan más allá del punto de vista convencional— descubrí que la gente en todas partes está cada vez más receptiva a la perspectiva espiritual de las cosas. La gente está pidiendo respuestas alternativas a las preguntas que la medicina convencional, las ciencias naturales y la teología no pueden responder. Por mucho tiempo yo también estaba buscando una perspectiva espiritual, y encontré que un libro que me había recomendado un amigo, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, me daba respuestas satisfactorias. Mary Baker Eddy, la autora de Ciencia y Salud, también había buscado respuestas espirituales durante muchos años; de hecho, dedicó el libro a “los que sinceramente buscan la Verdad”.Ciencia y Salud, pág. xii. Ella estaba muy consciente de que los hombres y mujeres están esforzándose por obtener una comprensión más práctica y profunda de Dios.
Veo evidencia de esta búsqueda en todas partes. Por ejemplo, un día fui a que me hicieran unas copias de un cartel sobre Mary Baker Eddy. La propietaria de la tienda, que acababa de inaugurarla, me comentó lo difícil que es a veces tener éxito en el mundo de los negocios, especialmente cuando se es mujer. Cuando ella vio el cartel y leyó las palabras “Esta mujer nunca se dio por vencida”, exclamó: “Ésa soy yo”, y me preguntó si podía quedarse con uno de los carteles. Le di uno y sonriente, lo pegó en la puerta del negocio. Después de unas semanas me dijo que muchos clientes le habían hablado sobre el cartel y le habían preguntado sobre Ciencia y Salud, y ella les había indicado la librería donde podían comprar un ejemplar.
También he conversado mucho con un nuevo compañero de trabajo que es japonés y que habla sólo japonés e inglés. A menudo hablamos sobre la religión y la espiritualidad; en una conversación, me comentó que había visitado un monasterio Zen en Japón con regularidad durante dos años, pero que seguía buscando respuestas.
Le conté sobre el viaje de cubrimiento espiritual que estoy haciendo con Ciencia y Salud. Cuando me preguntó si el libro estaba traducido al japonés, le vendí un ejemplar en japonés. Ahora lo está leyendo, y durante el tiempo que pasamos juntos a la hora de comer, a menudo hablamos sobre la perspectiva espiritual del libro.
Muchas veces, nuestras conversaciones se inician con una frase determinada de Ciencia y Salud, por ejemplo: “La teología y la física enseñan que tanto el Espíritu como la materia son reales y buenos, mientras que lo cierto es, que el Espíritu es bueno y real y la materia es lo opuesto del Espíritu”.Ibid., pág. viii. Mi colega a menudo se sorprende con el concepto de que el mal no existe, y que debemos mirar lo que hay detrás de la cortina que nos imponen los sentidos materiales, para poder superar nuestros problemas y que de ese modo se produzca la curación. Siempre encuentra que las respuestas de Ciencia y Salud son plausibles y lógicas; dice que lo liberan de sus cargas, y ahora reconoce lo importante que es tener un fundamento espiritual para dar a nuestra vida seguridad y apoyo.
Otro ejemplo es el de un conocido que ha comenzado a leer Ciencia y Salud debido a nuestras conversaciones sobre el libro y su autora. Desde entonces lo ha estado leyendo con regularidad, así como las Lecciones Bíblicas del Cuaderno Trimestral de la Christian Science, que incluyen referencias de Ciencia y Salud y de la Biblia. Me dijo que en el pasado, había ciertas situaciones en las que se sentía agitado e inseguro, pero que ahora aplica los principios espirituales de Ciencia y Salud en la medida que los comprende, y éstos le brindan la estabilidad y la tranquilidad que necesita para enfrentar sus problemas. A menudo me dice: “¡La verdad es que esto sí funciona!”
También conozco a una señora que estaba buscando una librería esotérica, y resulta que pasó por una Sala de Lectura de la Christian Science. Se sintió impulsada a detenerse y en ese momento vio el libro Ciencia y Salud en la vidriera. Entró en la Sala de Lectura y pidió prestado el libro; más adelante regresó a comprarlo.
Unos meses después de esto, ella me dijo que había estado leyendo Ciencia y Salud casi a diario. Había estado muy temerosa por una operación que le iban a hacer, pero la lectura de Ciencia y Salud erradicó ese temor. Cada vez que leía, el temor a la operación desaparecía y ella se sentía alegre y confiada. Poco antes de la operación la examinaron una vez más y descubrieron que ya no tenía el problema. Está muy agradecida por las ideas sanadoras del libro y está contenta de que esté en venta en muchas librerías de Alemania.
Para mí todo esto es una maravillosa indicación de que el punto de vista espiritual de Ciencia y Salud realmente está respondiendo a las necesidades que la gente tiene hoy en día. Mary Baker Eddy siempre estuvo convencida de que su libro haría esto, y al referirse a los conceptos que el mismo explica, ella escribe: “El Principio divino de la curación se comprueba en la experiencia personal de cualquier investigador sincero de la Verdad”.Ibid., pág. x.
