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Sanó de un quiste uterino

Del número de febrero de 2000 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Al Confiar firmemente en la Ciencia del Cristianismo, he podido ver una y otra vez que Dios “es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos” (Efesios 3:20).

El primer gran desafío que tuve cuando me gradué de la universidad, fue encontrar una profesión, en la que pudiera utilizar mis talentos y cultivar mis intereses a largo plazo. Por algún tiempo, sólo encontré numerosos trabajos a corto plazo, bastante inconexos entre sí; y me sentía muy desalentada. Pero seguí orando de todo corazón para saber que estaba establecida en mi lugar correcto, cumpliendo el propósito y el plan de Dios. Al elegir mis empleos, recurría una y otra vez a lo que dice la Sra. Eddy en La unidad del bien; que Dios “dirige todas las actividades de nuestra vida” (págs. 3–4). Las oraciones tan perceptivas de una practicista, me ayudaron a dejar de lado mi voluntad propia, y a no tratar de delinear las condiciones y términos de mi empleo. Pude discernir que Dios había establecido el bien infinito para Su hijo bienamado, y que está a su alcance en todo momento. El temor a la escasez desapareció cuando vi que estaba gobernada por las leyes de Dios, por medio de las cuales la provisión es inmediata, adecuada y perfecta.

A medida que cambié mi manera de pensar, de la pregunta, “¿Qué me puede aportar el trabajo?” a la pregunta, “Padre, ¿cómo Te puedo servir?”, percibí que el hombre de Dios vive en el punto exacto donde las oportunidades son infinitas. Muy pronto, me ofrecieron un puesto profesional muy bueno, con una importante organización de jóvenes; en ese puesto pude utilizar la experiencia adquirida previamente, y tuve oportunidades para servir que me dieron muchas satisfacciones. Posteriormente, durante una feliz etapa en que crié a mis hijos, también trabajé como voluntaria, usando mis habilidades como asesora en liderazgo juvenil, durante veinte años. Es un hecho que Dios ha guiado cada actividad de mi vida.

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