Querido Heraldo,
Me gustaría decirle esto a los que se pelean con sus amigos: Siempre hay una manera de sanar una amistad en tensión.
Cuando estaba en séptimo grado, me hice miembro del equipo de Odisea de la Mente, un programa en el que grupos de chicos se reúnen, resuelven un problema, y presentan la solución a los jueces. Cuando me afilié, esperaba que los demás me aceptaran, me trataran con respeto y escucharan mis ideas. Nada de esto ocurrió. Había muchos desacuerdos, tensiones y peleas dentro del equipo. Al principio, me sentí enojada y molesta. Pero me di cuenta de que tenía que sentir amor por los miembros de mi equipo.
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