Traductora de las Naciones Unidas durante casi tres décadas, Nadia Niedzielska trabajó en la ciudad de Nueva York, así como en varios países de Europa y África.
La “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, adoptada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, representó un paso gigantesco en el progreso espiritual de la humanidad. Proclamó por primera vez, a nivel global, los derechos básicos que se aplican a todos. Tal vez la primera línea del preámbulo sea la que mejor resume el propósito de la Declaración. La misma dice en parte:” ...la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”.
Luego el Artículo 1 de la Declaración expone: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.
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