Trabajo Como Piloto de remolcador en la cuenca del Caribe, y he estado expuesto a muchos gloriosos días de sol. Me encanta pasar el tiempo nadando en las prístinas aguas del Mar Caribe. Una comprensión creciente de la Christian Science redujo notablemente mi temor a los tiburones, y debido a esto dejé de llevar mi cuchillo cuando nado mar adentro.
Hace unos años empecé a padecer un molesto dolor en la oreja izquierda. Era nuevo en la Christian Science, no tenía mucha experiencia con sus enseñanzas y no conocía a ningún practicista de esta Ciencia. Entonces fui a visitar a un médico quien me recomendó que fuera a ver a un dermatólogo. Yo creía que necesitaba un diagnóstico para saber cómo curarlo. Pensaba que glorificaría a Dios si podía decir que Dios había sanado un cáncer en vez de simplemente decir que tenía algo y que desapareció. Ahora, después de haber tomado instrucción en clase Primaria de la Christian Science, comprendo que un diagnóstico no ayuda a la curación espiritual.
El dermatólogo del hospital estaba seguro de su diagnóstico de cáncer en la piel. Me explicó que lo único que se podía hacer era operar. Entonces, le contesté que lo iba a llamar nuevamente para pedirle una cita. Cuando llegué a mi casa me comuniqué con un practicista de la Christian Science, quien estuvo de acuerdo en tomar mi caso, y me dijo que debía decidir en qué tipo de tratamiento me quería apoyar: en la medicina material o en la medicina espiritual, o sea, la oración a Dios. Puedo decirles que esta decisión no fue nada fácil para mí en esa época, pero decidí apoyarme en la Christian Science.
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