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El espejo y el arco iris

Del número de marzo de 2000 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


¿Hay un espejo en tu casa que te gusta más que todos, donde puedes ver si tu cara está limpia o si tus medias son iguales? Ya sea que tengas que ir a la escuela o a jugar con tus amigos, siempre quieres verte de lo mejor, ¿no?

¿Qué ves cuando te miras al espejo? ¿Ves un niño o una niña? ¿Tienes el cabello lacio o con rulos? ¿Ves alguna peca? ¿Qué ven tus amigos y tu familia en ti? ¿Cómo ves a quienes te rodean?

Es bueno que te hagas estas preguntas.

Pero la pregunta más importante es: “¿Cómo me ve Dios a mí y a todos los demás?”

Cuando nos miramos en un espejo sólo vemos la cubierta exterior. Tal vez veamos un vestido color naranja brillante o un desgastado par de jeans. Pero eso no es lo que realmente somos. Somos mucho más que eso.

El primer capítulo de la Biblia se llama Génesis, y dice que Dios nos hizo a todos a Su imagen y semejanza. Y si eres la imagen de Dios, ¿no quiere decir eso que reflejas a Dios? Mary Baker Eddy escribe en Ciencia y Salud: “Tal como vuestro reflejo aparece en el espejo, así vosotros, siendo espirituales, sois el reflejo de Dios”. Y puesto que Dios es bueno, tú expresas ese bien. ¿Sabes que más es Dios? Es Amor, así que tú eres amoroso. Es Espíritu, así que tú eres espiritual. ES Verdad, así que tú eres honesto.

Todos estamos hechos de cualidades. Algunas son la alegría, la bondad y la paz. Estas cualidades forman nuestro verdadero ser, el tuyo y el mío, la verdadera Mamá y Papá, los verdaderos Leticia y Mariano, y Verónica y Roberto. Son como los colores del arco iris. Si tuvieras que elegir un color del arco iris. —o una cualidad de Dios— que veas que es para ti, ¿cuál elegirías?

Ahora piensa en esto: puesto que reflejas a Dios y Dios es Todo, realmente tú expresas todas las cualidades de Dios. Es como expresar todos los colores del arco iris, ¿no?

¿Cómo haces para a ver todas las cualidades del “arco iris” que forman parte de tu ser? Bueno, podrías hacer una lista de todas las cualidades buenas que reflejas de Dios por ser su hijo. También podrías poner esa lista en tu espejo. Entonces cada vez que te mires en el espejo en lugar de ver tan solo un color, pensarías en todas las cualidades del arco iris que expresas. ¿Se te ocurrió pensar qué pasaría si vieras a tus amigos y a tu familia con todos sus maravillosos colores? Estarías viéndolos a ellos y a ti mismo como Dios los ve. ¡Qué visión más grande, brillante y hermosa sería¡

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