Por lo general se considera que la mujer no tiene la capacidad para fundar una religión o mantener allí una posición de liderazgo. Por otra parte, en la mayoría de los países desarrollados la constitución garantiza la libertad religiosa y de los sexos. Pero a menudo, esto no corresponde con lo que ocurre en realidad. No obstante, el hecho de que la constitución garantice la igualdad es un pre-requisito para que evolucionen los derechos de la mujer, en el aspecto general y en el religioso. Y movimientos tales como la Christian Science, encabezan este desarrollo.
Consideremos la Christian Science, cuya Fundadora es una mujer. En los Estados Unidos le ha sido posible a la mujer dar un paso tan emancipador como el de fundar una religión. He leído mucho sobre Mary Baker Eddy, pero nunca leí nada que cuestionara su habilidad para fundar un movimiento religioso.
Y el año pasado vi la entrevista que le hizo en televisión Larry King a Virginia Harris [Presidenta de La Junta Directiva de la Christian Science]. Me resultó muy interesante que una mujer hubiese aceptado el desafío de tener tal entrevista. Fue una entre sta muy objetiva.
La Christian Science tiene un lugar importante en la historia de la religión. No sólo porque la fundó una mujer, sino también porque en la Christian Science se entiende que Dios no es puramente masculino. Dios es considerado Padre-Madre.
Con respecto a la pregunta: ¿Qué podemos hacer sobre la falta de igualdad entre los sexos? Pienso que ya se está haciendo algo. En todos los niveles, las mujeres están avanzando a pasos agigantados. Participan activamente en conferencias donde las mujeres de todo el mundo se reúnen y abogan por sus derechos. Esto es un proceso, y ya se han producido muchos cambios. A principios de siglo, las mujeres en Alemania podían estudiar derecho en la universidad, pero no fue sino hasta 1922 que pudieron realmente ejercer como abogadas y jueces. En los últimos 100 años, la emancipación ha progresado tanto, que ahora podemos decir que este nuevo siglo traerá verdadera igualdad.
En lo que se refiere a espiritualidad, no creo que el hombre difiera mucho de la mujer. Son más que nada las fuerzas de la sociedad las que dicen que existen diferencias espirituales entre ambos. En Alemania Oriental, por ejemplo, hemos sido educados dentro de la tendencia darwinista-materialista. Aunque uno fuera un disidente político, no podía escapar a esa influencia. Pero yo considero que espiritualmente, y aun físicamente, la mujer tiene los mismos puntos fuertes, las mismas capacidades, que el hombre.
Algunos miembros de mi familia estudiaban la Christian Science. Una tía abuela mía fue a Boston en 1909 y tomó un curso sobre curación en la Christian Science. Siempre me asombró que en 1909 se hubiera permitido que una mujer viajara sola a los Estados Unidos. Ella estaba casada y tenía hijos, pero aún así, le permitieron ir. Y su hija, que vivía en Alemania Oriental, también practicaba la Christian Science y era una persona de mucha fortaleza. Todavía la tengo bien presente.
Yo considero que no es importante que una mujer se compare con un hombre o que cuestione si ella es tan buena como él, o si algún día llegará a serlo. En vez de eso, es importante que comprenda que las mujeres y los hombres son iguales ante los ojos de Dios. No creo que alguien como Mary Baker Eddy pensara que necesitaba trabajar más duro que un hombre para lograr algo. En lugar de eso, ella tenía su propia experiencia interior. Y ella hizo lo que sentía que debía hacer.
