En 1975 Llegó a mi vida esta maravillosa religión de la Christian Science. Estoy segura de que fue el resultado de mi anhelo por encontrar algo más que lo que había conocido hasta el momento.
En ese entonces me sentía muy desalentada porque tenía poco trabajo y le temía a todo. Un día vino a la peluquería una clienta que, al contarle mis problemas, me habló de Dios y de Su poder supremo, así como de otras cosas que me ayudaron mucho. Lo mejor de todo fue que me prestó Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras.
Esa misma noche empecé a leerlo con avidez, y fue como si se me abriera el cielo que nunca creí que existiera. Como consecuencia, lo primero que noté fue que había estado leyendo durante bastante tiempo sin la ayuda de los anteojos. Desde muy chica había tenido miopía, sobre todo en un ojo más que en el otro, y no tenía otra alternativa más que usar lentes de contacto, pero nos los soportaba mucho tiempo. Como resultado de esto se me hacía muy difícil leer porque se me encimaban los renglones y tenía fuertes dolores de cabeza.
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