Fui Invitada a viajar a un país extranjero como parte de un pequeño elenco de artistas. La situación política allí era inestable, y mucha gente pensó que el viaje era peligroso y que no era muy inteligente ir. No obstante, después de orar mucho decidí no permitir que el temor me impidiera hacer algo que valía la pena y acepté la invitación.
Durante un concierto que dimos ante un gran público compuesto sólo de hombres de otra raza, un comentario inocente inesperadamente provocó una violenta reacción por parte de una sección de la multitud que pertenecía a un grupo político radical. Me refugié con los otros artistas en un cuarto cercano cuyas paredes eran divisiones que no llegaban totalmente hasta el techo. Los que estaban del otro lado de la pared nos intimidaron físicamente, hubo abuso verbal, y amenazaron nuestras vidas. Fue una experiencia aterradora para estas cuatro jóvenes australianas que no estábamos de ningún modo acostumbradas a las tensiones políticas de ese tipo, y tampoco estábamos preparadas para enfrentarlas.
Dios está a cargo, cuidando y protegiendo a todo aquel que pone su confianza en Él, y obedece Sus indicaciones.
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