Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

¿En busca de una nueva perspectiva?

Escrito para el Heraldo

Del número de abril de 2000 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cuando Miramos una ciudad desde el piso 50 de un rascacielos, la vemos muy diferente que desde la vereda. Al caminar por las calles, la ciudad puede parecer sucia, ruidosa y congestionada. Pero al estar 50 pisos más arriba, la misma ciudad se ve hermosa, puede que los techos formen un diseño curioso, o haya una serie de elegantes puentes a la distancia, y abajo un interesante río de automóviles. Tener una nueva perspectiva de las cosas puede ser muy útil.

Mucha gente está buscando una mejor perspectiva, ya sea de su futuro, de sus relaciones, de su vida en general. Así me sentía yo. Cuando cursaba la secundaria y la universidad, a menudo me sentía miserable y deprimida. En casa había muchas discusiones y falta de felicidad, y la mayoría del tiempo me sentía tensa y preocupada, ansiando recibir afecto. El instinto me decía que la única cosa que me traería alivio sería obtener una profunda percepción espiritual; entonces leí varios libros y puse en práctica varias ideas que prometían justamente el tipo de alivio que buscaba, entre ellos un sistema de meditación y un curso de un año sobre espiritualidad cuando tenía trece años. También leí partes de la Biblia porque decían que la luz y la bondad espiritual están dentro de nosotros, y eso me gustaba mucho. Quería tener una perspectiva de mí misma donde pudiera ver y sentir esa luz y esa bondad todo el tiempo.

En mi último año de universidad me sentía tan infeliz que no sabía cómo viviría otro día más. Una noche fui a una charla sobre un libro del que nunca había oído hablar, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. Realmente me gustó lo que escuché; entonces compré un ejemplar del libro y comencé a leerlo. Lo que más me llamó la atención fue que decía que cada uno de nosotros es espiritual y maravilloso por dentro. Me mostraba una imagen de mí misma que siempre había sentido que estaba allí, que siempre había querido, pero no sabía cómo encontrar. Era como saber que desde lo alto del edificio la vista es estupenda, y no poder encontrar las escaleras para subir.

Después me enteré de que La Sra. Eddy había superado grandes dificultades familiares, problemas financieros y años de enfermedad mediante las mismas ideas que me daban tanta inspiración. Me gustó el hecho de que ella ya había probado que las ideas daban resultado.

Continué leyendo Ciencia y Salud por el resto del año escolar, y seguí leyendo después de graduarme. Descubrí que a medida que leía, la tensión y el temor comenzaron gradualmente a desaparecer, así como otros problemas que tenía, como asma. Hace más de diez años que lo leo, y las idea espirituales que explica me han ayudado a tener confianza en mí misma, y a sentirme feliz y tranquila.

Ese libro ofrece una nueva forma de ver la vida.

Desde entonces he descubierto que otras personas han tenido experiencias similares con el libro; su lectura les ha dado diferentes puntos de vista sobre ellas mismas y sus vidas. Otra lectora del libro me dijo que ella conocía a alguien a quien nunca le había gustado leer la Biblia. La había leído desde niña, pero no le gustaba. Hace poco comenzó a pensar en las ideas de Ciencia y Salud y ahora le encanta leer la Biblia. Encuentra que le da mucha fortaleza y apoyo. Es como si Ciencia y Salud le hubiera dado la experiencia de ver las cosas desde lo alto, y hubiera arrancado la Biblia de las paredes y el cielo raso de las tradiciones y el lenguaje formal. Para ella ahora la Biblia tiene vida. Las ideas de Ciencia y Salud cambiaron su manera de pensar. Esas ideas la han sanado y le han permitido ayudar a otras personas.

Otra señora estaba cada vez más insatisfecha con sus estudios como enfermera médica. Sentía que lo que estaba aprendiendo en su capacitación no le permitía restaurar la dignidad que la enfermedad le había quitado a los pacientes. En una de sus clases de enfermera escuchó hablar de la curación en la Christian Science, que explica el libro de texto. La experiencia de escuchar las ideas del libro y su autora, le dio a esta señora una perspectiva que ella nunca pensó posible. Una manera de comprender a Dios que también podía usarse para la salud. Una manera de restaurar la dignidad de la persona en lugar de privarla de ella. Se llevó un ejemplar de Ciencia y Salud a su casa esa noche y comenzó a leer. Los puntos de vista que presentaba el libro la llevaron del desaliento a una vida donde ella comparte con confianza con los demás las ideas inspiradoras del mismo. Su experiencia con el libro no sólo le dio una nueva perspectiva de las cosas, sino que le permite ayudar a otros también.

Yo le recomendaría este libro a cualquiera que esté buscando una nueva perspectiva de sí mismo, una nueva forma de ver la vida. Es el tipo de libro que uno puede leer todos los días, a su propio ritmo, a su propia manera. Los conceptos sobre la curación a veces me sorprenden, y la nueva perspectiva que me ofrecen me ayuda a encontrar soluciones apropiadas para los problemas que enfrento. Mary Baker Eddy ofrece a los lectores la oportunidad de ver las cosas desde otra perspectiva, una experiencia que muchos encuentran que da inspiración a su pensamiento, y sana y transforma sus vidas.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / abril de 2000

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.