Hace Algunos Años, me encontré en medio de un grave problema financiero. Hacía cinco meses que había vendido mi negocio en Atlanta, Estados Unidos, donde tenía muchos contactos. Me había mudado con mi familia a Memphis, una ciudad del estado de Tennessee, donde no conocía a nadie. Allí comencé a trabajar para una importante compañía de computación.
Una noche, mientras miraba las noticias, me enteré de que habían puesto en venta la casa matriz de Memphis donde se hallaba mi nueva oficina. La noticia me asustó, ya que había vendido mi negocio, y mi esposa y yo esperábamos nuestro segundo hijo.
Como me había especializado en un ramo de alta tecnología y rápida expansión, no me preocupó tener que buscar otro trabajo a pesar de que no tenía contactos. Envié por correo doscientas copias de mi curriculum vitae, pero dos meses después, no había recibido ni una sola respuesta a esas solicitudes de empleo. Tampoco lográbamos vender la casa.
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