LA ORACIÓN ha cumplido una función importante en la publicación de las ediciones trimestrales de El Heraldo de la Ciencia Cristiana en danés, griego, holandés, indonesio, italiano, japonés, noruego y sueco. Como la serie sobre el Heraldo que hemos estado publicando durante los últimos meses ha demostrado, La Sociedad Editora de la Christian Science, ha tenido que mantener un balance entre las necesidades de quienes buscan espiritualidad en todo el mundo y los costos de publicación, y no siempre ha sido fácil.
Quienes trabajamos con estas ediciones trimestrales del Heraldo, tanto en Boston como en otros países, hemos orado por ellas, y nos hemos sentido muy contentos al ver que esa oración ha tenido su efecto. Como resultado de esas oraciones, por ejemplo, se dio un importante paso de progreso cuando la responsabilidad de elegir el contenido de cada número se delegó a los distintos países porque esto le permite a cada uno de ellos responder a las necesidades de su comunidad en particular. Muchas veces estos colaboradores, sin saberlo, eligen los mismos artículos para ser publicados en más de un Heraldo. Puesto que ellos no colaboran entre sí, considero que esto es una indicación de que los problemas a sanar son similares en todo el mundo.
La tecnología moderna nos ha permitido trabajar más de cerca y más rápido con estos países. El correo electrónico ha reemplazado los manuscritos de papel en seis países, y el séptimo país muy pronto podrá hacer uso del correo electrónico también. Dos revistas (en japonés y sueco) son diseñadas en sus respectivos países y luego enviadas a Boston para su impresión. Algunos de estos países están colaborando con los Heraldos para jóvenes y para niños, y tenemos el propósito de que todos puedan participar en el futuro.
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